Bangkok. La Policía de Tailandia ordenó este sábado el cierre de la toda la red de transporte público de Bangkok para impedir una nueva jornada de protestas pacíficas que reclaman reformas democráticas.

El servicio de metro elevado BTS anunció en las redes sociales la clausura de todas las estaciones a partir de las 15.00 hora local (8.00 GMT), mientras que previamente lo hizo el metro subterráneo MTR.

En una rueda de prensa, la Policía señaló que han utilizado el decreto de emergencia “severa” emitido en la madrugada del jueves para cerrar la red de transporte público y algunas calles de la capital.

Las autoridades también pidieron que la gente “evite unirse a las manifestaciones que violan la prohibición de reunión (política) de 5 o más personas”.

Decenas de manifestantes se encuentran a las puertas de varias estaciones en señal de protesta por el cierre y contra el gobierno de Prayut Chan-ochat, quien encabezó el golpe de Estado militar de 2014 y logró retener el cargo en las controvertidas elecciones de 2019.

El movimiento prodemocrático liderado por estudiantes convocó esta tarde manifestaciones en tres zonas de Bangkok, después de que en la víspera las autoridades cargaran con material antidisturbios y cañones de agua contra miles de personas que se reunieron en el centro de Bangkok.

Los organizadores lograron el viernes burlar durante unas horas a la policía al trasladar a otro lugar las protestas poco antes de la hora de inicio y después de que las autoridades cerraran la zona donde se concentraron el jueves

El Gobierno decretó hace dos días un estado de emergencia “severo” con el objetivo de sofocar el movimiento antigubernamental e impedir la publicación de noticias que afecten a la seguridad nacional, entre otras medidas.

El estado de emergencia se aprobó después de que el miércoles tuviera lugar una protesta masiva en la que se produjo un gesto inédito de rebeldía cuando los manifestantes se acercaron a escasos metros a una caravana de coches donde viajaban miembros de la casa real, entre ellos la reina Suthida y el príncipe Dipangkorn.

La principal demanda del movimiento estudiantil, que comenzó el 18 de julio y ha ido cobrando fuerza con protestas casi diarias, es la dimisión del Gobierno encabezado por el general golpista Prayut Chan-ocha y una nueva Constitución, ya que la actual fue redactada por la antigua junta militar (2014-2019), además de reducir la influencia del Ejército en la política.

Pero la demanda más audaz, y controvertida, de los estudiantes y sus partidarios es la reforma de la monarquía, un tema tabú hasta hace poco por el gran respeto que ha inspirado la institución y la dura ley de lesa majestad, que prevé penas de hasta 15 años de cárcel para quien critique a la corona.