Buenos Aires. Con pañuelos verdes como tapabocas, feministas argentinas desafiaron el jueves la cuarentena obligatoria por la pandemia de coronavirus para reclamar frente al Congreso despenalizar el aborto en Argentina.

“Se pensaron que estábamos dormidas, cocinando, planchando y yendo a misa”, arengaba una activista con un micrófono al ritmo musical que imponían un bombo y redoblantes. “Aborto legal en el hospital”.

La movilización callejera, impulsada por activistas de partidos de izquierda, sindicatos y organizaciones sociales pese al decreto del presidente peronista Alberto Fernández que prohíbe la concentración de personas, coincidió con el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer y con el 15to aniversario del lanzamiento de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

Este colectivo feminista, que se identifica con pañuelos verdes, lleva presentados ocho proyectos de ley para la interrupción voluntaria del embarazo.

Durante toda la jornada, además, habrá distintas acciones en redes sociales.

“Es un día en el que históricamente el movimiento sale a defender nuestro derecho al aborto. Este año estamos en pandemia, pero eso significa que el problema se profundizó”, dijo a AP Marina Hidalgo, de la agrupación Las Rojas.

“Es mucho más difícil acceder al sistema de salud en casos de complicaciones de aborto, lo cual hace que la clandestinidad sea todavía mucho más peligrosa. Por otro lado, porque es muy difícil acceder a la anticoncepción”, apuntó.

Argentina, el país natal del Papa Francisco, penaliza a las mujeres y a quienes las ayuden a practicarse un aborto. Las únicas excepciones que contempla la ley son en caso de violación o riesgo para la salud de la madre.

En un país donde la mayoría de su población practica la fe católica, el proyecto de despenalización tuvo su mayor avance en 2018 cuando obtuvo la media sanción en la Cámara de Diputados, pero no prosperó en el Senado.

El presidente Fernández, un abogado penalista, está a favor de la despenalización del aborto y prometió enviar un proyecto de ley, pero el coronavirus forzó al Congreso a sesionar virtualmente para tratar proyectos vinculados a la pandemia.

“Ahora que el Congreso volvió a funcionar en contexto de COVID-19, el tratamiento del proyecto de ley por el aborto legal debe estar entre las prioridades”, reclamó Amnistía Internacional. “Restringir el acceso al aborto no hace que haya menos abortos. Los hace inseguros y pone en riesgo la vida de las mujeres”.

En Argentina el Ministerio de Salud daba cuenta en 2016 del fallecimiento de 240 mujeres y que la principal causa era el aborto. Desde entonces no hubo relevamientos.

Amnistía Internacional calcula un promedio de 46,000 mujeres y adolescentes que cada año ponen en riesgo su salud y su vida por abortos inseguros.

La Ciudad de México, el estado mexicano de Oaxaca, Cuba y Uruguay son los únicos lugares en la región donde el aborto está permitido. En Puerto Rico, las Antillas y Guayana Francesa también está autorizado atendiendo a las legislaciones de Estados Unidos y Francia, respectivamente.

Ante la mirada de policías ubicados a distancia pero sin intervenir, las feministas cerraron la protesta levantando sus pañuelos verdes y con un pedido escrito con pintura blanca en la acera: “Con el proyecto de la campaña, aborto legal ya”.