Toronto. Un tribunal canadiense declaró este miércoles culpable de asesinato a Alek Minassian, de 28 años, quien en abril de 2018 mató a 10 personas y causó heridas a otras 16, al arrollar con una furgoneta a los transeúntes que caminaban por la acera de una concurrida calle de Toronto en una acción con tintes misóginos.

La jueza Anne Molloy, que también declaró a Minassian culpable de 16 intentos de asesinato, razonó que “de forma voluntaria eligió la opción que fue moralmente equivocada, sabiendo las consecuencias que tendría para sí mismo y para los demás”.

Y añadió que el autor de la masacre no ha demostrado “ni remordimiento ni empatía por sus víctimas”.

La decisión de Molloy sentencia de forma automática a Minassian a cadena perpetua sin posibilidad de obtener la libertad condicional en al menos 25 años.

En noviembre de 2020, al inicio del juicio, Minassian se declaró “no responsable penalmente de todos los cargos”. Su abogado, Boris Bytensky, había argumentado que su cliente padece autismo, lo que le impide sentir empatía y desconocer los efectos de sus acciones.

Pero Molloy, que leyó su decisión en una vista transmitida a través de YouTube por las restricciones de la pandemia, señaló que Minassian “apreció la naturaleza y calidad de su acto, sabía que era asesinato y sabía que legalmente era equivocado” a la vez que “sabía que, al menos intelectualmente, era moralmente equivocado”.

“Tuvo la capacidad de racionalmente evaluar lo que estaba haciendo y elegir de forma racional entre lo que era correcto y lo que era equivocado”, añadió la jueza, que leyó los nombres y edades de todas las personas fallecidas, así como los detalles de las lesiones de las 16 personas heridas en el ataque.

A pesar de ser consciente de los efectos de sus acciones, “de forma desesperada quería conseguir fama y notoriedad, creyendo que incluso la atención negativa de sus acciones sería mejor que vivir en el anonimato. Había estado imaginando un crimen como este desde hacía más de una década”, explicó la jueza en sus conclusiones.

Precisamente porque Minassian quería conseguir fama con la masacre, en su sentencia la jueza sustituyó el nombre del autor por John Doe, el apodo que se utiliza en el sistema judicial norteamericano para ocultar la identidad de una persona.

La motivación del ataque de Minassian ha sido vinculada con la ideología misógina surgida en foros de internet y conocida como “incel”, término que significa “célibe involuntario”. En el ataque murieron ocho mujeres y dos hombres.

Antes de iniciar la matanza, Minassian colgó en Facebook un mensaje misógino en el que señalaba que “la rebelión ‘incel’ ha empezado. Derribaremos todos los Chads y Stacys”, una referencia a Elliot Rodger, un estudiante estadounidense que en 2014 mató a seis personas e hirió a otras trece en un ataque cerca de la Universidad de California.

Tras ser detenido, Minassian declaró a la Policía que “le había motivado el movimiento ‘incel’ porque había sido rechazado por mujeres y admitió que frecuentaba foros ‘incel’ en internet. Rindió homenaje a los asesinos Elliot Rodger y Chris Harper-Mercer, con los que dijo que estuvo en contacto antes de que murieran”.

Minnasian también declaró a la Policía que sentía que había “cumplido su misión”.