El Cairo. Los muertos han tenido que ser reubicados en otras tumbas y los vivos no saben adónde irán después de que las autoridades egipcias hayan empezado a demoler parte de un viejo cementerio donde están enterradas algunas figuras ilustres y donde residen familias sin recursos que cuidan de los mausoleos.

Um Ahlam es una de las afortunadas porque sólo va a ser demolida una parte del edificio donde reside con su familia entre las tumbas de Al Ghafir, en el área del Cairo islámico, sitio reconocido por la UNESCO como patrimonio de la humanidad.

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"Llevo viviendo aquí 40 años (...) vivimos trece hermanos y hermanas", relata a Efe la mujer, sentada en el suelo del patio que quedará reducido a la mitad cuando lleguen las excavadoras. El edificio que ocupan tiene un portal de madera de estilo arabesco, columnas y las tumbas se sitúan debajo del patio.

"Llegaron y nos dijeron que tenemos un plazo de 48 horas; cuando dijimos que era poco tiempo, nos contestaron que entonces nos daban 24 horas", denuncia Um Ahlam.

"Nuestra prioridad es salvaguardar al muerto", agrega. Por eso han trasladado el cuerpo de una mujer que murió hace dos años y que estaba enterrado en la zona que va a ser destruida, en la tumba dedicada a las mujeres, hacia el interior del patio, donde descansan los cadáveres de los hombres.

Otro miembro de la familia, Osama, se pregunta adónde irá con sus cuatro hijos si derriban la parte donde residen.

"Si me echan de aquí no me dan un apartamento, ni una compensación, sólo se la dan a los dueños" de las tumbas, algunas de ellas pertenecientes a familias nobles de la primera mitad del siglo XX.

Otra residente del cementerio, que prefiere permanecer en el anonimato, cuenta a Efe que su familia vive en este barrio informal desde hace 110 años y que ella heredó el trabajo de sepulturera de su abuelo.

Afirma que no sabe dónde se alojará cuando demuelan las tumbas que ocupan ella y otros, donde -según la mujer- hay cuerpos recién enterrados, que también serán expropiados.

A las familias que tienen a sus seres queridos en estas tumbas también les cogió por sorpresa la demolición, ya que no fueron informadas por las autoridades, relata a Efe uno de los afectados, Sharif Abdel Kouddous.

"No recibimos ningún aviso oficial. Nos avisaron las personas que viven allí y cuidan de nuestra parcela", explica.

Su padre fue el encargado de ir y mover a toda prisa los restos de los abuelos maternos y el bisabuelo de Sharif, más conocidos por ser el escritor Ihsan Abdel Kouddous y el artista Mohamed Abdel Kouddous.

"Hay figuras destacadas enterradas allí. ¡Están profanando un camposanto! Además hay una comunidad que vive en él desde hace generaciones", lamenta el joven.

En medio de las quejas e indignación de las familias de los muertos y de los propios residentes, los trabajos continúan en la avenida Salah Salem, una vieja arteria congestionada de El Cairo que la nueva carretera, con partes elevadas, conectará con una red de circunvalaciones que está siendo construida en la megalópolis.

El proyecto también ha recibido las críticas de historiadores y arqueólogos, porque el cementerio es un sitio histórico y alberga tumbas que incluso datan de la época de los mamelucos (siglos XIV-XVI), pero las autoridades han afirmado que los mausoleos más antiguos no serán tocados.

“La carretera de Al Fordús está lejos de los monumentos islámicos del cementerio de los mamelucos”, afirmó el Ministerio de Antigüedades egipcio en un comunicado, ante las denuncias que circulaban en las redes sociales.

Según el departamento, los edificios que están siendo demolidos no están registrados en las listas de antigüedades islámicas y coptas, sino que son "tumbas recientes de individuos".

Para las autoridades, la carretera Al Fordús mejorará la circulación a través de El Cairo, que con sus más de 20 millones de habitantes y una red de infraestructuras obsoleta, sufre un grave problema de tráfico.

Sin embargo, tanto en Al Ghafir como en otras áreas de la capital, el desarrollo de la red de carreteras no está teniendo en cuenta a los ciudadanos, ni los vivos ni los muertos.