El niño de 5 años Rayan Aourram, rescatado sin vida el pasado sábado tras casi 100 horas en el fondo de un pozo, fue enterrado hoy en un cementerio cercano a su aldea mientras siguen los gestos de apoyo a Marruecos tras esta tragedia.

Según informó la agencia oficial MAP, el entierro del pequeño se produjo en el cementerio de Zaouia de la aldea de Daroutane, próxima a la aldea de Ighran, donde vivía Rayan, en presencia de la familia del pequeño y de decenas de habitantes de la zona y de colectividades vecinas.

La inhumación de Rayan se produjo cuando el pueblo marroquí sigue recibiendo mensajes de apoyo de diversos países, instituciones y personalidades, en un suceso que mantuvo al país en vilo durante los casi cinco días que el niño permaneció en el pozo.

Tras ser rescatado, su cuerpo sin vida fue trasladado a Rabat junto a sus padres, que volvieron a su tierra para dar sepultura al pequeño, rodeados de sus familiares y vecinos.

La muerte de Rayan provocó una ola de solidaridad internacional con numerosos mensajes de apoyo, el último el del portavoz del secretario general de la ONU, Farham Haq, quien hoy expresó sus condolencias a la familia del niño y a su comunidad.

También UNICEF Marruecos trasmitió su apoyo a la familia del niño -quien falleció pese al bombeo de oxígeno al pozo-, valorando los esfuerzos para rescatarle, que demuestran, afirma la institución, el valor que da el país a los derechos de los niños.

Desde que el sábado noche se conociera la noticia, políticos como el presidente francés, Emmanuel Macron, embajadas y diplomáticos en Rabat de numerosos países y de la UE, así como el papa Francisco, se han solidarizado con la familia de Rayan y el pueblo marroquí.

“En Marruecos, todo un pueblo se ha unido para salvar a Rayan”, recalcó el pontífice al término del rezo dominical del Angelus ante decenas de fieles reunidos en la plaza de San Pedro del Vaticano.

También numerosos deportistas han tenido palabras de solidaridad e incluso gestos, como es el caso de Abderrazak Hamdallah, jugador del equipo saudí Al Ittidah, que anunció su intención de regalar a la familia una casa amueblada.

Rayan fue hallado sin vida en el fondo del pozo tras una laboriosa operación de rescate que durante cuatro días excavó en vertical el terreno adyacente al pozo hasta sus 32 metros de profundidad, tras lo que se horadó un túnel de cinco metros horizontal para llegar al pequeño, del que se desconoce en que momento murió.