La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, anunció este jueves que nombrará a finales de año un embajador LGBTI que defienda los derechos de ese colectivo en el ámbito internacional.

Durante un acto en Orleans, en el centro del país, con motivo de la conmemoración del 40 aniversario de la despenalización en Francia de la homosexualidad, la jefa del Gobierno aseguró que este nuevo puesto coordinará las acciones del ministerio de Exteriores.

Su labor consistirá en luchar contra la discriminación del colectivo, promocionar sus derechos y defender “la despenalización universal de la homosexualidad y de la identidad trans”, señaló Borne.

La primera ministra francesa denunció “que se estén poniendo en cuestión, incluso en el ordenamiento europeo”. los derechos homosexuales, en una velada alusión a la Hungría de Viktor Orbán, lo que justifica la creación de ese nuevo puesto.

El 4 de agosto de 1982 la izquierda francesa sacó del Código Penal las penas impuestas a las relaciones homosexuales, que habían sido introducidas por el régimen de Vichy durante la invasión alemana en la Segunda Guerra Mundial.

Ese mismo día tuvo lugar en Francia la primera manifestación del Orgullo LGBTI de la historia del país.

Borne destacó los progresos legislativos para la comunidad LGBTI en los últimos cinco años, desde la llegada al poder del presidente, Emmanuel Macron.

En ese sentido, citó el acceso a la reproducción médica asistida a todas las mujeres o la prohibición de las terapias de conversión.

También recalcó que la batalla “aún no está ganada” y que “el odio hacia las personas LGBT+ continúa excluyendo, hiriendo y en ocasiones, matando”.

Agradeció el trabajo “ejemplar” de los centros LGBTI y las asociaciones del país, que son “un punto de entrada identificable y accesible” para la “gran cantidad de personas que no saben a quién recurrir”.

En relación con ello, anunció la creación de un fondo de tres millones de euros para crear diez nuevos centros LGBTI en Francia y reforzar los 35 que ya existen.

La primera ministra propuso que haya al menos dos centros por cada región de la Francia metropolitana y uno en cada región de ultramar.

“Afortunadamente, la lucha por la igualdad nunca se rinde” celebró Borne.