La policía y las autoridades locales en el Reino Unido no han logrado mantenerse al día con los cambios en el accionar de las pandillas criminales dedicadas a la explotación sexual infantil, un problema cada vez más oculto y menos denunciado, de acuerdo con las conclusiones de un panel designado por el gobierno, difundidas el martes.

Mientras los criminales utilizan teléfonos móviles, redes sociales y aplicaciones de citas para atraer a los niños, las reacciones burocráticas impiden que llegue la ayuda a las víctimas y ocultan la verdadera magnitud del problema, dijo en su informe la Indagación Independiente en el Abuso Sexual Infantil.

El reporte, basado en pruebas de seis poblaciones de distintas partes del país, cita numerosos casos de abusos, como el de una niña de 14 años que a punta de pistola fue violada y obligada a realizar actos sexuales con 23 hombres. Según los investigadores, con frecuencia las autoridades culpaban a los menores por las horribles experiencias que sufrían mientras los abusadores quedaban impunes.

“La explotación sexual de niños por las redes no es un fenómeno inusual limitado a un pequeño número de zonas con casos criminales de gran repercusión”, dijo la profesora Alexis Jay, quien dirigió la investigación. “Hallamos grandes deficiencias en la manera como las autoridades y fuerzas policiales locales enfrentaban el abuso sexual”.

La investigación comenzó en 2015 ante las frecuentes denuncias de abuso sexual de menores, como la explotación de decenas de mujeres jóvenes por grupos de hombres en las localidades de Rotherham y Rochdale en el norte de Inglaterra. Se realizaron 325 jornadas de audiencias públicas las que dieron lugar a 18 informes para tratar de identificar los males y sus causas.