Tucson.- Maria Tomaine no quería ser la única persona en su casa que no hablaba inglés con fluidez.

Su marido Paul no habla español, como Tomaine, y la lengua principal que emplean sus hijos para comunicarse en la escuela es el inglés.

Así que Tomaine aprovechó un programa gratuito que ofrece la escuela en su distrito, la cual considera que los padres que hablan inglés pueden sentirse más cómodos al acercarse al sistema que educa a sus hijos, y pueden ayudar a los niños con sus deberes.

Tomaine figuró entre más de 60 personas que completaron el programa Sed de Saber, ofrecido a los padres de familia cuyos niños están en las escuelas primarias Los Ranchitos, Drexel, Los Amigos, Ocotillo o Rivera.

Los niños de Tomaine asisten a Los Ranchitos.

El programa piloto de un semestre concluyó en agosto con una ceremonia de graduación.

Algunos participantes tuvieron una mejoría de 32% en sus capacidades para hablar inglés al final del programa, que se reanudó el mes pasado, con 80 nuevos participantes.

Sunnyside es el único distrito escolar en el área de Tucson que ha implementado Sed de Saber, pero otros en el área de Phoenix lo aplican.

En el programa, el estudiante avanza a su propio ritmo y utiliza un dispositivo electrónico llamado LeapFrog Quantum LeapPad, usado más comúnmente para enseñar a leer a los niños, a fin de familiarizarse con el inglés. Los padres pueden llevarse el aparato a casa y utilizarlo a su conveniencia, o incluso compartirlo con otros familiares.

“Es un dispositivo muy interesante”, dijo Meylin Orellana, profesora de Sed de Saber. “Uno puede practicar la pronunciación, presiona un botón y el aparato proporciona las frases, y uno puede grabar su propia voz”.

Cada padre involucrado en el programa recibe a préstamo un LeapPad, que puede grabar y tocar audio. Recibe también seis libros que contienen lecciones interactivas de inglés, diseñados para enseñar más de 500 palabras y 340 frases.

“Disfruté mucho las clases, porque eran en inglés y español”, relató Tomaine. “Esto repite las palabras y oraciones en inglés, y si uno quiere oírlas en español puede hacerlo”.

El distrito utilizó fondos federales para comprar 85 paquetes de LeapPad, programas, licencias de uso y apoyo para reparar problemas, como parte del programa. La proveedora fue Retention Education Inc., y el programa tuvo un costo inicial de $60 mil.

El distrito pagó otros $72 mil en licencias y tarifas de apoyo técnico para el año lectivo 2008-2009.

La meta del programa es ayudar a los padres de familia a asumir un papel más participativo en la educación de sus hijos.

Las escuelas participantes en el programa fueron elegidas por tener el mayor número de gente interesada en aprender inglés.

El distrito está dispuesto a invertir porque si los padres hablan inglés, se muestran más dispuestos a ofrecerse de voluntarios en las aulas.

“Todas las investigaciones señalan que mientras más se involucran los padres de familia, es mayor el efecto que tienen sobre los logros de los estudiantes. Así que si mejora esa participación, mejora el desempeño”, consideró Andrea Foster, quien trabaja en el departamento de programas federales de Sunnyside.

“Es positivo el involucrar a los padres porque a fin de cuentas ello ayudará a los estudiantes”.

Sed de Saber fue la frase elegida por el distrito para ganar la participación de más padres en el proceso educativo.

Bajo las leyes de Arizona, los padres deben comprobar que se encuentran legalmente en Estados Unidos para participar en las clases para adultos del programa local. Pero ello no es un requisito para poder inscribirse en Sed de Saber, con base en las recomendaciones de asistentes en programas que buscan involucrar a los padres en la educación.

Esos asistentes trabajan para el distrito, ayudando a los padres y a las familias.

“Hay muchas cosas que los padres pueden hacer en casa para seguir involucrados en la educación de sus hijos”, dijo Foster. “Programas como Sed de Saber los ayudan a cerciorarse de que los chicos han hecho los deberes, comprenden a los profesores y hacen preguntas en las aulas. Y esto facilita también la asistencia a conversaciones con los maestros”.

Tomaine sentía que tenía la obligación de aprender inglés para ayudar a sus hijos.

“Yo quería mejorar mi inglés porque deseaba ayudar a mis hijos con sus tareas”, dijo.

Sus niños, Sabrina, Paul y Melody, y su marido, la alentaron a tomar las clases.

Luego de completar el programa, Tomaine dijo que se siente más cómoda en la escuela de sus hijos, y también le resulta más fácil el realizar sus actividades diarias, como visitar al médico o comprar abarrotes.