India confirmó 400,000 muertes por COVID-19, la mitad de ellas en los dos últimos meses, mientras la virulenta variante delta infecta a decenas de miles de personas a diario.

Aún así, se cree que la impactante cifra anunciada el viernes no es más que una fracción del total real. En número de fallecidos, India está por detrás de Estados Unidos y Brasil.

Según el Ministerio de Salud, 853 personas murieron en las últimas 24 horas para un total de 400,312 desde el inicio de la pandemia. La primera se reportó el 12 de marzo del año pasado en el estado sureño de Karnataka.

India, un país con casi 1,400 millones de habitantes, ha confirmado más de 30.4 millones de contagios, con 46,617 nuevas infecciones más en las últimas 24 horas. También se cree que esta cifra es menor a la real.

Los nuevos casos están disminuyendo tras superar los 400,000 diarios en mayo. Pero las autoridades se preparan para otra posible ola en torno a septiembre y están tratando de acelerar la vacunación.

Menos del 5% de la población india está totalmente inmunizada. Desde mediados de enero se han administrado más de 340 millones de dosis, según el ministerio.

En diciembre, el país podría tener 2,000 millones de dosis disponibles por el aumento de la producción de sus dos principales proveedores — Serum Institute y Bharat Biotech — y otras cinco vacunas podrían estar disponibles en los próximos meses.