El secretario general de la Organización del Tratado Atlántico del Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, recalcó este jueves que la Alianza está “preocupada” por la posibilidad de que Rusia intente realizar una operación de “bandera falsa” en el este de Ucrania, diseñada para que parezca un ataque contra los rusos o rusoparlantes en Ucrania como una excusa para entrar en territorio ucraniano.

“Estamos preocupados por que Rusia esté intentando escenificar un pretexto para un ataque armado contra Ucrania”, declaró el político noruego en una rueda de prensa tras la segunda jornada de la reunión de ministros de la OTAN celebrada en Bruselas.

Subrayó que no hay “claridad” ni “certidumbre” sobre las intenciones de Moscú.

“No sabemos lo que pasará, pero lo que sabemos es que Rusia ha acumulado la mayor fuerza que hemos visto en Europa en décadas en y alrededor de Ucrania, y también sabemos que hay muchos espías rusos operando en Ucrania, están presente en el Donbás (el este de Ucrania controlado por separatistas prorrusos)”, comentó.

Agregó que se han visto “intentos de escenificar un pretexto, operaciones de bandera falsa, para que proporcionen una excusa para invadir Ucrania”.

“No puedo entrar en los detalles de los diferentes informes, pero esa es la razón por la que estamos monitorizando tan de cerca lo que está pasando y por la que los aliados de la OTAN han expuesto las acciones rusas, los planes rusos y los esfuerzos rusos cuando se trata de desinformación. Porque creemos que eso hace más difícil para ellos actuar e invadir Ucrania”, señaló.

Instó, una vez más, a Rusia, a retirar las fuerzas desplegadas en torno a Ucrania y a implicarse en el diálogo.

Pese a las declaraciones de Moscú sobre una retirada de sus fuerzas alrededor de Ucrania, Stoltenberg dijo que no ven una desescalada, sino que la acumulación militar continúa.

Stoltenberg, aseguró que la Alianza continúa su apoyo práctico a Ucrania y Georgia, cuyos ministros de Defensa se sumaron hoy a la reunión que los aliados celebran en Bruselas, mientras siguen afrontando la “indiferencia” de Rusia por la seguridad europea.

“Los aliados de la OTAN han sido incansables en sus esfuerzos por trabajar hacia una solución política y diplomática. Lo hemos hecho en estrecha coordinación con Georgia y Ucrania. Y continúa el fuerte apoyo político y práctico de la OTAN a Georgia y Ucrania”, indicó Stoltenberg al inicio de la segunda jornada de reunión de los ministros aliados de Defensa.

A ella acudieron invitados los titulares de esa cartera de Ucrania, Oleksii Réznikov, y de Georgia, Dzhuansher Burchuladze, dos países que la OTAN está dispuesta a acoger en su seno cuando los 30 aliados decidan que están preparados para ello.

“Mientras nos reunimos hoy, la paz y la estabilidad en el área euro-atlántica se ven amenazadas”, enfatizó Stoltenberg.

El político noruego insistió en que “hay señales desde Moscú de que la diplomacia podría continuar” aunque, “hasta el momento, no hemos visto ninguna señal de retirada o desescalada” de las tropas rusas situadas junto a la frontera ucraniana.

“Rusia ha vuelto a demostrar su desprecio por los principios que sustentan la seguridad europea y su capacidad y voluntad de amenazar con el uso de la fuerza en la consecución de sus objetivos”, subrayó.

Según dijo Stoltenberg, “desafortunadamente, me temo que esta es la nueva normalidad para la que debemos estar preparados.

En su primer día de reunión, los ministros aliados abordaron la posibilidad de ajustar “a largo plazo” su posición en el este de Europa ante el desafío para la seguridad europea que ha demostrado Rusia con la mayor concentración militar en décadas, al margen de cómo se desarrolle la crisis ucraniana.

En concreto, decidieron desarrollar opciones para reforzar más la disuasión y defensa de la OTAN, incluyendo considerar nuevos batallones en el centro, este y sureste de Europa.

Aunque todavía no se ha tomado ninguna decisión definitiva, Francia se ha ofrecido a liderar uno de esos batallones en Rumanía.

Por otro lado, el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, subrayó la unidad transatlántica a la hora de mostrar apoyo a la soberanía e integridad territorial de Ucrania frente a Rusia.

“Es otra ocasión para mostrar la fuerte unidad transatlántica y la cooperación entre la UE y la OTAN, especialmente en unos días problemáticos en los que afrontamos las amenazas de Rusia en la frontera europea”, indicó Borrell a la prensa a su llegada a un encuentro de ministros aliados de Defensa, que concluye hoy en Bruselas.

El jefe de la diplomacia comunitaria dejó claro que respaldan a Ucrania y que “estamos en contra de la vuelta de las esferas de influencia en Europa”.

“Apoyamos la unidad transatlántica, que se ha demostrado con las cartas que hemos coordinado para responder a las misivas rusas, junto al secretario (general de la OTAN, Jens) Stoltenberg”, dijo en referencia a las misivas enviadas por la Alianza y la UE a Moscú en respuesta a los mensajes en los que pedía un posicionamiento de cada país ante la crisis ucraniana.

“Y esperamos que juntos podamos hacer frente a las amenazas rusas en contra de Ucrania”, concluyó.

Borrell participa en una sesión de trabajo de los ministros aliados de Defensa con la UE y con sus socios Finlandia y Suecia.

Previamente, los ministros recibieron a sus homólogos de Ucrania y Georgia, dos países que la OTAN está dispuesta a acoger en su seno cuando los 30 aliados decidan que están preparados para ello.

Stoltenberg aseguró al comienzo de la reunión que la Alianza continúa su apoyo práctico a Ucrania y Georgia y que continúa sus esfuerzos por una solución política y diplomática a la crisis derivada del refuerzo militar que Rusia ha llevado a cabo junto a las fronteras ucranianas.

El político noruego insistió en que “hay señales desde Moscú de que la diplomacia podría continuar” aunque, “hasta el momento, no hemos visto ninguna señal de retirada o desescalada”.

En su primer día de reunión, los ministros aliados abordaron la posibilidad de ajustar “a largo plazo” su posición en el este de Europa ante el desafío para la seguridad europea que ha demostrado Rusia con la mayor concentración militar en décadas.