Las autoridades mexicanas cerraron el sábado un paso fronterizo en el sur del país luego que miles de centroamericanos trataron de cruzar un puente sobre el río Suchiate, en la zona limítrofe con Guatemala.

Los migrantes hondureños ondearon la bandera y entonaron el himno nacional de su país mientras se enfilaban al puente. Las autoridades guatemaltecas calcularon que en el momento más álgido de la confrontación cerca de 2.500 migrantes se hallaban en el puente o trataban de llegar a él.

Elementos de la Guardia Nacional mexicana cerraron una valla de metal para impedir el ingreso de los migrantes.

Se escuchaban los llantos de bebés y los ánimos se caldearon cuando la multitud aumentó. En medio de empujones, funcionarios mexicanos permitieron que unos cuantos migrantes ingresaran al país en grupos de 20 personas, al tiempo que por un megáfono los migrantes eran exhortados a no tratar de entrar a México sin pasar por los filtros de inmigración.

Gradualmente, más de 150 migrantes pudieron presentar una solicitud de asilo u otro tipo de permiso para permanecer en México a lo largo del día. Pero muchos prefieren transitar tierras mexicanas rumbo a la frontera con Estados Unidos.

De nueva cuenta, México asume el papel de responsable del cumplimiento de las leyes de inmigración al tiempo que migrantes centroamericanos que desesperadamente aspiran a mejores condiciones de vida tratan de abrirse paso rumbo al norte, mientras el principal socio comercial mexicano _Estados Unidos_ insiste en que México impida que lleguen a la frontera estadounidense.

El Instituto Nacional de Migración (INM) de México indicó vía Twitter que había reforzado la vigilancia en varios puntos a lo largo de la frontera sur para garantizar “una migración segura, ordenada y regular”. También señaló que estaba usando drones para vigilar la zona.

En las proximidades, cientos de efectivos de la Guardia Nacional estaban destacados a lo largo del río para impedir a los migrantes cruzar hacia México en forma clandestina. Por el megáfono les advirtieron varias veces que quienes pretendan transitar por México quizá no consigan asilo en Estados Unidos incluso si llegan hasta la frontera.

Eventualmente los migrantes regresaron por el propio puente a Guatemala. Para el sábado por la noche, menos de un centenar permanecía sobre el puente.

El hondureño Marvin Aguirre, de 33 años, fue uno de los pocos que permaneció en las arcadas del puente. Extendió una sábana entre los bases de metal del puente para proteger a su familia del sol del mediodía mientras sopesaban sus opciones. La familia desea empezar una nueva vida en México, dijo, pero teme que las autoridades mexicanas los deporten.

Aguirre partió de San Pedro Sula en el primer grupo de la nueva caravana el martes 14 de enero en compañía de su esposa, sus tres hijos y una nieta de cuatro meses.

“Es difícil, sobre todo con los niños, pero allá en Honduras ya nada se puede hacer, ya todo está quemado, no hay trabajo, uno sale en la mañana y regresa por la tarde igual, sin trabajo”, lamentó.

El gobierno de México ha dicho a los migrantes que si ingresan en el país sin registrarse no les permitirá ir más allá de la zona fronteriza. Sin embargo, quienes busquen asilo u otras protecciones podrán solicitarlo y legalizar su permanencia en México.

Las autoridades guatemaltecas han contado en los últimos días alrededor de 3.000 migrantes registrados en puntos fronterizos para ingresar en México y calcularon que otros 1.300 no se registraron. El gobierno de Guatemala anunció que facilitará transporte a quienes deseen regresar a sus países de origen.

En Guatemala, la oficina de derechos humanos afirmó que otros 1.000 migrantes se estaban congregando más al norte en otro punto en la frontera con México, en la región de Petén. Según medios periodísticos, agentes y efectivos mexicanos se estaban reforzando la zona en su lado de la frontera.

El general Vicente Hernández, responsable de las fuerzas militares mexicanas en la zona fronteriza, dijo a los migrantes en el lado guatemalteco que “hay oportunidades para todos” en México.

Un funcionario mexicano que solicitó el anonimato dijo que quienes solicitan asilo en México serían trasladados a una de dos estaciones migratorias en el estado de Chiapas, una en Tapachula y la otra en Tuxtla Gutiérrez.

Una vez ahí, en teoría, los migrantes podrían solicitar permisos laborales temporales para permanecer en México. Sin embargo, organizaciones independientes y migrantes se han quejado durante meses que ocurre todo lo contrario y a menudo son regresados a su país de origen.

Sin embargo, muchos de los migrantes aspiran a una nueva vida en Estados Unidos, no en México.