Al menos 22 personas fallecieron en Estambul y otras 16 están hospitalizadas con pronóstico grave tras ingerir alcohol de contrabando, dijo el viernes la oficina del gobernador de la región, mientras las autoridades intensificaban la persecución a las bebidas adulteradas en toda Turquía antes de las celebraciones de Año Nuevo.

Once de los muertos, y cinco de los enfermos, eran ciudadanos extranjeros, explicaron las autoridades en un comunicado, que no ofreció más detalles sobre las nacionalidades de las víctimas.

Cuatro sospechosos fueron arrestados en conexión con estos decesos, añadió la nota.

La agencia noticiosa estatal Anadolu reportó el jueves que 26 personas murieron en los últimos cuatro días por envenenamiento con metanol en nueve provincias, incluyendo Estambul.

Las autoridades han lanzado una operación a nivel nacional para perseguir la producción de alcohol de contrabando, con redadas en unas 300 localizaciones y la incautación de miles de litros de alcohol ilegal, añadió el reporte. Al menos 85 sospechosos fueron detenidos.

Las muertes causadas por el consumo de alcohol de contrabando no son algo extraño en Turquía, donde, ante el incremento de los precios del alcohol, se recurre cada vez más a bebidas más baratas o a las de fabricación casera. El aumento de la inflación y de los impuestos gubernamentales, así como la regulación del consumo de alcohol, han elevado su precio a máximos históricos.