KABUL. Ocho civiles, seis de ellos menores, fallecieron el miércoles por la explosión de una bomba caminera en el sur de Afganistán.

Las víctimas pertenecían a una misma familia, señaló el vocero de la policía de la provincia de Helmand, Zaman Hamdard. La familia acababa de salir del distrito sureño de Greshk cuando la bomba estalló al paso de su vehículo, dijo agregando que otros dos parientes resultaron heridos.

Ningún grupo se atribuyó de inmediato la responsabilidad por el ataque, pero tanto los talibanes como la filial del grupo insurgente Estado Islámico tienen una presencia activa en la región.

En la víspera, los talibanes enviaron un equipo técnico de tres personas a la capital, Kabul, para monitorear la liberación de prisioneros talibanes como parte de un acuerdo de paz firmado por los insurgentes y Estados Unidos a finales de febrero. El pacto requiere que el gobierno afgano que libere 5,000 presos talibanes y que la milicia deje libres a 1,000 funcionarios y soldados que tiene cautivos, así como la celebración de conversaciones de paz intraafganas que incluirán a los talibanes.

Kabul explicó el miércoles que las discusiones entre el ejecutivo y la delegación talibán seguirían bajo la observación del Comité Internacional de la Cruz Roja, aunque se desconocía la fecha del inicio de la liberación de reos.