Lima. Perú comenzó el martes a aplicar la vacuna de la farmacéutica china Sinopharm para el COVID-19 a su personal sanitario en medio de una segunda ola de infecciones.

Josef Vallejos, jefe de la unidad de cuidados intensivos del Hospital Arzobispo Loayza de Lima, fue el primer médico peruano en recibir la vacuna. “No hay ninguna manifestación, algún tipo de dolor o mareo, nada”, indicó Vallejos a la radio local RPP.

Mario Candiotti, otro médico intensivista vacunado en el hospital de 472 años de antigüedad, dijo a la misma emisora que en dos horas se había aplicado la vacuna a más de 80 personas en ese nosocomio.

“Estábamos deseando hace rato la llegada de las vacunas”, dijo Candiotti. “Llegar a una unidad de cuidados intensivos es una catástrofe, tenemos compañeros que han caído porque tratar pacientes siempre trae el riesgo de contaminarse”, comentó, al recordar la reciente muerte de dos médicos.

El presidente Francisco Sagasti tenía previsto vacunarse poco después del mediodía.

De acuerdo con el Colegio Médico de Perú al momento han muerto 302 galenos, 12,465 están infectados y de éstos 50 están en unidades de cuidados intensivos. “Ha sido una tragedia”, dijo Candiotti.

Seis aviones militares tenían programado partir desde Lima con vacunas para el personal sanitario de todo el territorio. La ministra de Defensa, Nuria Esparch, dijo que helicópteros y vehículos militares se encargarán de recibir las cajas de vacunas de los aviones para llevarlas a localidades más alejadas.

El país sudamericano recibió el domingo 300,000 dosis de vacunas de la farmacéutica china Sinopharm y espera recibir otras 700,000 en cinco días.

Perú afronta una segunda ola de infecciones que ha provocado el colapso de los hospitales y la falta de oxígeno medicinal. Miles de enfermos se atienden en sus casas porque en los nosocomios no hay espacio.

Hasta ahora en el país andino se han registrado casi 1.2 millones casos de coronavirus y más de 42,300 fallecidos, según en Centro de Ciencia e Ingeniería en Sistemas de la Universidad Johns Hopkins.