Jerusalén. La policía israelí, equipada con material antimotines, irrumpió este viernes en un delicado lugar sagrado en Jerusalén luego de que jóvenes palestinos arrojaron piedras contra la puerta en la que estaban apostados los agentes.

La renovada violencia en el lugar, que es considerado sagrado tanto por judíos como por musulmanes, se produjo a pesar de que Israel prohibió temporalmente las visitas de judíos, que los palestinos consideran una provocación. Según los médicos, más de dos docenas de palestinos resultaron heridos antes de que remitiese la violencia horas más tarde.

En la última semana, palestinos y policías israelíes se han enfrentado con regularidad en el sitio, en un momento de gran tensión tras una serie de ataques letales en suelo israelí a los que siguieron allanamientos de detención en la Cisjordania ocupada. Además, desde la Franja de Gaza se han disparado tres proyectiles hacia Israel.

Relacionadas

Estos acontecimientos han hecho temer a que se repita la situación del año pasado, cuando las protestas y la violencia en Jerusalén contribuyeron al estallido de una guerra de 11 días en Gaza y de violencia comunitaria en las ciudades árabe-israelíes.

Se espera que decenas de miles de fieles musulmanes acudan a lo largo del día a la mezquita de Al-Aqsa para las principales oraciones de la semana en plena celebración del ramadán, el mes sagrado del islam.

Jóvenes palestinos arrojaron piedras contra los agentes que custodiaban una puerta de entrada al complejo, según dos testigos palestinos que hablaron bajo condición de anonimato por motivos de seguridad. La policía, equipada con trajes antimotines, entró entonces al recinto disparando balas recubiertas de goma y granadas aturdidoras.

La policía israelí dijo que los palestinos, algunos de ellos con banderas de Hamas, habían comenzado a almacenar piedras y a levantar fortificaciones rudimentarias antes del amanecer. De acuerdo con su versión, tras el lanzamiento de piedras, los agentes esperaron hasta el final de la oración matinal para entrar al complejo.

Algunos palestinos mayores pidieron a los jóvenes que frenasen los lanzamientos, pero fueron ignorados mientras docenas de ellos, enmascarados, arrojaban piedras y petardos a la policía. Un árbol próximo a la puerta donde comenzaron los enfrentamientos ardió a causa de los petardos, dijo la policía.

La violencia remitió más tarde en la mañana luego de que otro grupo de docenas de palestinos dijo que quería limpiar la zona antes del rezo de mediodía, el más importante de la semana y al que suelen acudir mies de fieles. Los agentes se retiraron a su posición en la puerta y los lanzamientos cesaron.

La Media Luna Roja palestina dijo que al menos 31 palestinos resultaron heridos, de los cuales 14 fueron trasladados a hospitales. Una agente fue alcanzada por una piedra en la cara y necesitó atención médica, reportó la policía.

La mezquita de Al-Aqsa, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, es el tercer lugar más sagrado del islam. La amplia explanada en la que está construida es el sitio más sagrado del judaísmo, donde se conoce como el Monte del Templo porque albergó dos templos judíos en la antigüedad. La zona está además en el centro del conflicto entre israelíes y palestinos, y los disturbios allí suelen desencadenar violencia en otras partes.

Los palestinos y la vecina Jordania, custodio del lugar, acusan a Israel de violar los acuerdos de larga data al permitir que una cifra cada vez mayor de judíos visiten en lugar con escolta policial.

La prohibición de que los judíos recen en el lugar ha perdido fuerza en los últimos años, avivando el temor de los palestinos a que Israel planee tomar el lugar o dividirlo.

Israel, por su parte, dice estar comprometido con el statu quo y culpa de la violencia a la incitación al grupo insurgente Hamas, que gobierna la Franja de Gaza. Además, sostiene que sus fuerzas de seguridad actúan para sacar a quienes arrojan piedras y garantizar la libertad de culto de judíos y musulmanes.

Las visitas de los grupos de judíos se suspendieron el viernes coincidiendo con los 10 últimos días del ramadán, como ya ocurrió otros años.

Este año, el ramadán coincidió con la Pascua judía y al Semana Santa cristiana, celebraciones que llevaron a miles de personas de las tres religiones a la Ciudad Vieja tras la retirada de la mayoría de las restricciones por la pandemia del coronavirus.

La Ciudad Vieja está en el este de Jerusalén, una zona que Israel capturó junto a Cisjordania y Gaza en la Guerra de los Seis Días de 1967. Más tarde se anexionó Jerusalén oriental en un movimiento que no está reconocido por la comunidad internacional y considera a toda la ciudad como su capital. Los palestinos aspiran a la creación de un estado independiente en los tres territorios, con capital en Jerusalén Este.