Las vulnerabilidades que padece América Latina y el Caribe, que concentra 27% de las muertes mundiales por coronavirus, corren el riesgo de potenciarse ante las presiones políticas y la corrupción que podrían afectar el acceso a las vacunas y el derecho a la salud, alertó el jueves Amnistía Internacional (AI).

En el informe “Las vacunas en las Américas: Diez imperativos de derechos humanos para garantizar la salud a todas las personas”, la organización expresó preocupación por los procesos de vacunación que se han avanzado en los últimos meses en los países de la región, e instó a los gobiernos a priorizar a los grupos de alto riesgo y garantizar una “transparencia total” en el diseño y la implementación de sus planes de vacunación y sus relaciones con las empresas farmacéuticas.

“La carrera de las vacunas que parecía brindar una luz al final del túnel hoy cobra más el ánimo de una crisis adicional”, afirmó durante una conferencia virtual Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de AI, y agregó que ante las condiciones políticas, la logística de transportación, conservación y distribución la región “se va a quedar atrás con el riesgo de que se produzcan más olas de contagio de COVID-19”.

Latinoamérica y el Caribe acumulan unos 24 millones de contagiados y más de 750,000 muertes que representan 27% de total de fallecidos en el mundo por la pandemia.

Guevara-Rosas indicó que la población de América Latina y el Caribe, estimada en unos 629 millones de habitantes, está “atrapada entre un virus que continua su avance, y la sombra de la corrupción y la impunidad, gobiernos ineficaces en sus respuestas, farmacéuticas que se aprovechan y países ricos que acaparan las dosis de vacunas disponibles”.

Ante el escenario político que se avecina este año en la región, donde están programadas elecciones en 10 países, la directora de AI planteó que existe un “peligro real” de que los gobiernos utilicen las campañas de vacunación con fines políticos.

En el informe, que examina los planes de vacunación de 17 países de la región, también se cuestiona la actuación de las empresas farmacéuticas y se sostiene que “han socavado la transparencia en las negociaciones con los países de la región, lo que podría afectar el acceso universal a las vacunas”.

AI criticó de manera particular la actuación de los gobiernos de Chile, Colombia, México, República Dominicana, Guatemala, El Salvador y Costa Rica a los que señaló de haber “obstaculizado de manera significativa el acceso a las vacunas de las personas refugiadas y migrantes”.

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador defendió el jueves el plan de compras de vacunas que se lleva adelante en México y la decisión de concentrar en manos del gobierno las adquisiciones y dijo, durante su conferencia matinal, que de no haber acordado esa medida “se iba a generar un desorden… y no íbamos a tener garantías de que se trataran de vacunas reales, eficaces”.

López Obrador se refirió al decomiso de 1,062 envases de supuestas vacunas rusas falsas contra el coronavirus que fueron incautadas la semana pasada dentro de un avión privado, en un aeropuerto del sur del país, que tenía como destino Honduras, y descartó que ese cargamento tuviese alguna relación con los lotes de vacunas Sputnik V que ha recibido el gobierno mexicano. Al referirse al lote de medicamentos incautados el mandatario aseguró que “fue un contrabando, o son hechizas, no efectivas”.

México, que registra a la fecha más de 2 millones de contagios y 199,627 fallecidos, recibió el jueves un cargamento de un millón de dosis de la vacuna china Sinovac, con lo que alcanzó más de 10 millones de vacunas, según registros de las autoridades.