Izmir, Turquía. Rescatistas sacaron el domingo a un hombre de 70 años de entre los restos de un edificio en el oeste de Turquía, unas 34 horas después de un fuerte terremoto en el Mar Egeo que golpeó Grecia y Turquía, matando al menos a 46 personas y dejando más de 900 heridos.

La Presidencia turca de Desastres y Gestión de Emergencias (AFAD) elevó a 44 la cifra de muertos en Izmir, la tercera ciudad más grande de Turquía, mientras los rescatistas sacaban más cuerpos los escombros. En la isla griega de Samos murieron al menos dos adolescentes y 19 personas resultaron heridas.

El sismo del viernes por la tarde, con una magnitud de 6,9 según el Instituto Kandilli de Estambul, tuvo su epicentro en el Egeo, al nordeste de Samos. AFAD estimó la magnitud en 6.6 y situó el epicentro a unos 16 kilómetros (10 millas) de profundidad.

El temblor provocó un pequeño tsunami en el distrito Seferihisar de Izmir, donde ahogó a una anciana, y en la isla griega. El sismo se sintió en todo el oeste de Turquía, incluida Estambul, así como en la capital griega, Atenas. Después hubo cientos de réplicas.

En Turquía se registraron 896 heridos, según AFAD.

Ahmet Citim, de 70 años, fue rescatado y hospitalizado poco después de la medianoche del sábado al domingo. “Nunca perdí la esperanza”, dijo el hombre, según tuiteó el ministro de Salud, Fahrettin Koca.

Los equipos de búsqueda y rescate seguían trabajando en nueve edificios de Izmir al amanecer del tercer día.

Varias fallas atraviesan Turquía, haciéndola propensa a los terremotos. En 1999, dos potentes sismos mataron a unas 18,000 personas en el noroeste del país. Los sismos también son frecuentes en Grecia.

Turquía ya sufría por la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus. El virus ha matado por ahora a más de 10,000 personas en Turquía.