Washington. Aunque Rusia es el país que invadió a su vecina Ucrania, la versión del Kremlin advierte incesantemente a los usuarios de redes sociales en América Latina que Estados Unidos es el gran problema.

“No olviden nunca quién es la verdadera amenaza para el mundo”, dice un titular. El artículo, publicado originalmente a finales de febrero en Twitter por RT en Español, está dirigido a una audiencia a medio mundo de distancia de la lucha en Kiev y Mariúpol.

Conforme continúa la guerra, Rusia difunde falsedades entre los usuarios de redes sociales de habla hispana en naciones que ya tienen un largo historial de desconfianza hacia Estados Unidos. El objetivo es ganar apoyo para la guerra del Kremlin en estos países y azuzar la oposición contra la respuesta de Washington.

Aunque muchas de las afirmaciones han sido desacreditadas, se están difundiendo ampliamente en América Latina y ayudan a convertir medios controlados por el Kremlin en algunas de las principales fuentes de información en español sobre la guerra. El medio ruso RT en Español es ahora el tercer sitio más compartido en Twitter para la información en ese idioma sobre la invasión rusa.

“El éxito de RT debería preocuparle a cualquiera que le preocupe el éxito de la democracia”, dijo Samuel Woolley, profesor de la Universidad de Texas que investiga la desinformación. “RT está orientada hacia el control autoritario y, dependiendo del contexto, hacia el nacionalismo y la xenofobia. El riesgo que corremos es que Rusia logre una cuota de mercado cada vez mayor”.

Compañías tecnológicas con sede en Estados Unidos han intentado frenar la capacidad de los medios rusos para difundir propaganda tras la invasión, prohibiendo aplicaciones vinculadas a ellos, relegando su contenido y etiquetando a la prensa estatal. La Unión Europea ha vetado a RT y a la agencia noticiosa estatal Sputnik.

Sin embargo, el contenidos prospera en webs, foros y páginas de redes sociales en español. Aunque Rusia también crea propaganda en otros idiomas como inglés, árabe, francés y alemán, ha tenido un particular éxito entre internautas de habla hispana, según una investigación reciente de Esteban Ponce de León, un analista radicado en Bogotá, Colombia, que trabaja para el Laboratorio de Investigación Forense Digital del Atlantic Council, un centro de estudios de Washington que recibe financiación del gobierno estadounidense, entre otros.

Las desacreditadas afirmaciones rusas sobre Ucrania y Estados Unidos incluyen alegatos de que la invasión era necesaria para confrontar a neonazis, o que Washington ha apoyado en secreto investigaciones de armas biológicas en territorio ucraniano. La Casa Blanca financia de manera pública y desde hace mucho tiempo a laboratorios biológicos en Ucrania que investigan patógenos con la esperanza de reducir los brotes de enfermedades peligrosas.

Ese tipo de desinformación puede llegar fácilmente desde América Latina a otros países -incluyendo Estados Unidos- con grandes comunidades de habla hispana. A veces se transmite por medio de parientes y viaja entre continentes. Es otra posible puerta de entrada para Rusia y un recordatorio del grado de sofisticación de sus esfuerzos.

“Hay diferentes vías por las que RT está involucrando activamente a comunidades en Latinoamérica y Estados Unidos”, apuntó Jacobo Licona, investigador de la consultora demócrata Equis Labs. “Este es parte del motivo por el que RT ha sido tan eficaz, había construido esta red o comunidad antes”.

Como uno de los idiomas más hablados del mundo, el español tiene una utilidad evidente para cualquier gobierno u organización que busque modelar a la opinión pública mundial. Pero el interés ruso va más allá y refleja la importancia estratégica e histórica de América Central y del Sur durante la Guerra Fría, apuntó Ponce de León.

Durante décadas, la Unión Soviética trató de explotar las tensiones históricas entre Estados Unidos y Latinoamérica respaldando a facciones comunistas y a grandes aliados como Cuba. Moscú ha tratado de presentar a Washington como un imperio colonizador incluso mientras el Kremlin trabajaba para fortalecer sus propios vínculos con la región.

RT lanzó su versión en español en 2009, cuatro años después de la inglesa. Ha ganado terreno rápidamente y ahora es mucho más popular que el servicio en inglés. RT en Español tiene más de 16 millones de seguidores en su página de Facebook, casi el triple que el perfil en inglés.

Figuras latinoamericanas de alto perfil le han ayudado en algunos casos. Rafael Correa, expresidente de Ecuador, comenzó a presentar un programa semanal de entrevistas políticas para RT en 2018, menos de un año después de dejar el cargo. Desde entonces, ha sido condenado por corrupción y se vio obligado a huir a Europa. Las autoridades ecuatorianas lo acusan también de tratar de desestabilizar al gobierno de su sucesor.

En marzo, la página de Facebook de RT en Español experimentó un repunte en las interacciones, con unos 75,000 “me gusta”, reacciones y comentarios en sus publicaciones a diario, según un análisis de Equis Institute. Este fenómeno continuó incluso después de que Meta anunció que relegaría los perfiles de los medios estatales rusos en sus plataformas, que incluyen Facebook e Instagram.

En Twitter, RT y Sputnik tienen la ayuda de diplomáticos rusos y de una red de cuentas que, según los investigadores, aumentan de forma artificial la popularidad de sus publicaciones. Esto le ha ayudado a convertirse en el tercer sitio de información en español sobre la guerra en Ucrania más compartido en Twitter, superando a medios locales e internacionales como BBC y CNN.

Ponce de León rastreó miles de cuentas que publicaron o replicaron contenido de RT y Sputnik en Twitter y halló que 171 de ellas eran responsables del 11% de las reacciones totales a su contenido. Durante un periodo de ocho días en marzo, esas cuentas realizaron más de 200,000 publicaciones, o un promedio de 155 tuits por día y cuenta, mucho más que un usuario normal.

Las cuentas sospechosas ayudaron a hacer llegar el contenido a usuarios reales, señaló Ponce de León, en un esfuerzo por incrementar la ya impresionante audiencia de RT en América Latina.

“Rusia está buscando mantener su popularidad en Latinoamérica”, dijo. “RT y Sputnik tienen ya una gran audiencia en al región. ¿Deberíamos estar preocupados? La respuesta sería que sí”.