Una corte de Moscú sentenció el jueves a Google a pagar una multa de 3 millones de rublos (unos 41,000 dólares) por negarse a almacenar los datos personales de usuarios rusos en servidores en Rusia, una medida con la que el gobierno espera aumentar su control sobre la actividad online.

Los esfuerzos del gobierno ruso de controlar el internet y las redes sociales datan de 2012, cuando se sancionó una ley que permite a las autoridades a prohibir y bloquear ciertos contenidos online. Desde entonces se han aprobado nuevas restricciones a las aplicaciones de mensajería, los sitios web y las plataformas de las redes sociales.

Una de esas disposiciones requiere que las empresas tecnológicas mantengan servidores en Rusia para almacenar la información personal de ciudadanos rusos. La agencia estatal de comunicaciones Roskomnadzor ha tratado infructuosamente durante años obligar a las grandes tecnológicas como Facebook, Twitter y Google a trasladar los datos de usuarios rusos a Rusia.

La ley permite expulsar de Rusia a los servicios online que no acatan el requisito de almacenamiento de datos. El gobierno ha amenazado reiteradamente con bloquear Facebook y Twitter, pero sin vedar los servicios probablemente por temor a la indignación generalizada que provocaría tal medida. Hasta ahora solo ha vedado a LinkedIn por por no almacenar los datos de usuarios en Rusia, y esa red social no tenía demasiados usuarios en el país.