La Suprema Corte de Justicia de México ordenó el miércoles realizar transfusiones sanguíneas a una niña de seis años que sufre de leucemia con el fin de salvar su vida aun cuando sus padres rechazaron dicho tratamiento debido a sus creencias religiosas. 

Según explica el alto tribunal en un comunicado, “si bien los padres tienen el derecho de tomar decisiones libres sobre sus hijos, tanto en el campo de la salud como en el ámbito de la educación religiosa, este derecho tiene como límite no poner en riesgo la salud y vida” de los menores. 

En este caso, la comunidad médica, sin ningún tipo de discusión, había considerado dicho tratamiento como el más adecuado para tratar a la menor. 

La niña había sido ingresada de urgencia en un hospital y cuando los padres se opusieron a la transfusión los médicos alertaron a la subprocuraduría de menores, quien asumió la tutela de la niña y autorizó el tratamiento. No obstante, la madre reclamó esa decisión porque, a su juicio, ignoraba “de forma injustificada su derecho a decidir libremente sobre la salud de su hija”. 

La Corte resolvió que debía sustituirse la voluntad de los padres porque el tratamiento indicado por la medicina consiste en la realización de quimioterapias acompañadas de transfusiones sanguíneas, por lo que solamente de este modo podía protegerse la vida de la menor.