El Tribunal Supremo de la India ratificó el derecho de las hijas a heredar propiedades de sucesión tras la muerte del padre, en vez de pasar a otro varón de la familia más próxima, reiterando con ello la equidad de estas ante la ley, según una sentencia que se dio a conocer este viernes.

“Si la propiedad de un hombre hindú que muere sin testamento es autoadquirida, obtenida de una partición con un coheredero o una propiedad familiar, la misma recaerá por herencia y no por supervivencia, y la hija de ese hombre hindú tendrá derecho a heredar dicha propiedad con preferencia a otros colaterales”, como el hijo del hermano del padre fallecido, indicó el Supremo.

La jurisprudencia fue parte del veredicto de la máxima instancia judicial de la India a una apelación a una decisión de la Corte Superior de Madrás (sur del país) en 2009 sobre el derecho de una hija a heredar los bienes adquiridos por su padre por encima de los sucesores varones de la familia del padre.

De acuerdo con el Supremo, el derecho de las hijas como herederas está por encima del principio de la supervivencia, según el cual una propiedad familiar deberá pasar a manos del descendiente varón más próximo al hombre fallecido.

El principio de la supervivencia, contemplado en leyes hindúes desde hace más de medio siglo, busca garantizar que un propiedad se mantenga en manos de una misma familia, evitando que traspase a otra a través del matrimonio de las hijas.

En este sentido el Supremo aclaró que solo “si una mujer hindú muere sin testamento, sin dejar ningún descendiente, la propiedad heredada por ella de su padre o madre iría a los herederos de su padre, mientras que la propiedad heredada de su esposo o suegro iría a los herederos del marido”.

La justicia india ha intentado durante años revertir los desequilibrios del sistema legal y la sociedad del país que históricamente ha primado el derecho de los hombres sobre los de las mujeres, al considerar que solo estos pueden garantizar la continuidad del legado familiar.

Esta idea es en ocasiones aceptada por las propias mujeres indias que renuncian a sus derechos de propiedad en beneficio de sus hermanos una vez se casan.