Las Piedras.- Evelyn Castro y su esposo, Samuel Ortiz, apenas han podido superar el susto que pasaron el pasado sábado en su hogar, en el barrio Tejas 1 de Las Piedras, luego de que dos tipos enmascarados y armados penetraran su casa, a plena luz del día, los amarraran y cargaran con un botín que incluyó a su mascota, un cachorro pitbull llamado Brandon.

Brandon, sin embargo, se le escapó a sus captores y regresó solito, sano y salvo, a su casa.

“Yo no he podido ni dormir desde el sábado. Cierro los ojos y veo a los tipos entrando otra vez. Es una cosa que no se la deseo a nadie. Es el sentirse impotente. No es lo mismo que tú llegues a la casa y te hayan robado, pero la impotencia de tú estar amarrada con una pistola en la cabeza…”, dijo Evelyn, de 47 años, quien indicó que los cacos entraron a su casa a eso de las 6:00 de la tarde.

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“Es un trauma porque ahora pueden venir a buscar venganza por lo que yo estoy hablando, pero yo creo que ese es el problema, que siempre tenemos miedo de hablar y denunciar y por eso los pillos hacen lo que les da la gana”, sentenció la mujer, quien es nacida y criada en el barrio Tejas.

Según relató la pareja, los dos delincuentes buscaron un momento de descuido para entrar a la casa por la puerta trasera y cometer el robo.

No obstante, agradecieron a Dios de que el mismo no escaló a una tragedia mayor, especialmente porque en la residencia también vive el abuelo de Evelyn, de 94 años y paciente de Alzheimer.

“Yo tengo la costumbre que siempre tengo puertas y ventanas abiertas, pero ese día yo estaba aquí con mi esposo y yo salí a recoger la ropa que estaba tendida y mi esposo a botar basura al frente. Cuando entramos me senté en el sofá y mi esposo se puso a hacerle café a mi abuelito. En esos momentos que me siento, entran los dos tipos enmascarados, máscaras como de gas, y no me dio tiempo ni a pararme”, relató la mujer, quien asegura que los sujetos conocían muy bien cómo moverse dentro de la casa.

“Nos encañonaron y empezaron a decirnos palabras soeces y nos llevaron al cuarto a mi esposo y a mí. Nos amarraron de manos y piernas y empezaron a gritarme que dónde estaban los chavos”, rememoró.

En todo el proceso, ella trató de mantener la calma y, al mismo tiempo, calmar a los sujetos que estaban alterados y agresivos entre ellos.

La mujer explicó que luego que los individuos se marcharon, logró soltarse del cable que sujetaba sus muñecas, hizo lo mismo con su esposo y condujeron hasta el cuartel de la Policía de Las Piedras.

Logró huir

Lo más curioso del robo es que los sujetos, quienes aseguró son jóvenes residentes del mismo barrio que se dedican a vigilar los pasos de los vecinos y escalar las casas cercanas, no sólo lograron cargar con un televisor de pantalla plana, varias computadoras, teléfonos celulares y dinero en efectivo.

Lo que más les dolió fue que como parte de ese botín se llevaron a su querido perro Brandon quien, para ellos, es otro miembro de la familia.

“Me di cuenta que el perro había desaparecido un rato después. Él (Brandon) siempre se pasa al frente y esta puppy todavía que no se va muy lejos”, explicó Evelyn.

“Para mí que lo que querían era venderlo o ellos echarlo para peleas, pero parece que el perro se les escapó y vino para acá. Eso prueba que fueron las personas que yo digo, que viven aquí cerca. Por eso el perro se les fue y llegó hasta aquí”, añadió sin embargo que no quiso señalar directamente a los sujetos para no entorpecer la investigación de la Policía.

Según indicó la pareja, los posibles perpetradores del escalamiento viven en un complejo de cuartos de alquiler a solo metros de su casa y por ello, Brandon logró escapar de sus captores el domingo y llegar sin problemas a su hogar.