Tras 38 años de carrera, el coronel José Luis Caldero López se apresta a retirarse de la Policía y dice que lo hace satisfecho.

Más allá de ocupar la superintendencia en los últimos dos años y medio de la administración García Padilla, Caldero ha sido una figura con algún destaque en la Uniformada, ya sea como negociador en tensas situaciones con asaltantes armados, en choques con pasados superintendentes cuando habló con honestidad de decisiones que tomaron que afectaban a la Uniformada,  o sencillamente dirigiendo las labores investigativas en momentos de baja del crimen.

Sobre su labor como superintendente, aunque hay un alza este año en los asesinatos al compararlo con el 2015, bajo Caldero la incidencia de homicidios está en los números más bajos desde la década del 80, según estadísticas compiladas por la Uniformada.

Ahora, contrario a otros superintendentes que han trabajado con administraciones populares y novoprogresistas –Pedro Toledo y Héctor Pesquera-, Caldero no se quedará al frente de la Uniformada. El gobernador Ricardo Rosselló designó para el cargo a una persona que actualmente colabora con Caldero, la actual rectora de la academia de la Policía, la coronela Michelle Hernández.

Caldero nunca tuvo interés en seguir al frente de la Policía en la próxima administración, dijo. “Yo tumbé eso desde el día después de las elecciones. Yo dije que no estaba disponible”, indicó Caldero. “Nadie se me acercó, pero lo dije rápidamente (que no continuaría en el cargo)”.

El saliente superintendente dijo que ya ha encaminado la transición en su agencia. “Ya nosotros entregamos los documentos, Estado lo certificó, estamos preparados para la vista pública. Al otro día de las elecciones me visitó el señor Elías Sánchez (director de campaña del gobernador) para detalles de la seguridad del señor gobernador electo”, indicó.

El coronel Caldero, uno de los pocos policías que ha ocupado el cargo de superintendente en al menos las pasadas tres décadas –el otro han sido Agustín Cartagena en el 2004-, habló de lo que entiende es su legado al frente del cuerpo.

“El día 2 de enero termino mis funciones. Obviamente ya son 38 años que llevo en la Policía, lo hablé con mi familia”, indicó Caldero.

“Me voy satisfecho, creo que en tres años (en la superintendencia) hemos logrado bastante a pesar que los asesinatos están subiendo este año, tenemos los tres años más bajitos en la incidencia criminal, los delitos están un 6% (por debajo); hemos dotado a la policía de equipo sofisticado, de carros, cámaras, el Cuartel General lo hemos remozado, cuando llegamos teníamos 17 señalamientos federales que nos aguantaron los fondos, hoy no tenemos ninguno”, añadió.

Asimismo, ha estado al día en el cumplimiento de las órdenes relacionadas a la reforma de la Policía, al punto que ha sido felicitado por el juez federal Gustavo Gelpí, quien supervisa el proceso, según contó.

También dijo que ha habido una gran merma en la cantidad de querellas radicadas contra agentes de la policía, y con la celeridad que se están atendiendo esas querellas.

Ahora, el futuro es incierto pero Caldero, pero lo que sea que haga será a tiempo parcial.

“Voy a cogerme unas vacaciones. Vamos a ver que aparece, antes estaba en Caguas y daba  clases, ahora no voy a trabajar un trabajo fijo, no. Son 38 años ya aquí, tengo la doña solita, hay que dedicarle tiempo, y soy abuelo también”, dijo el jefe policiaco.