Tras escuchar testimonios de la sangrienta escena que se le imputa a Israel Berríos Marrero, en el retén del cuartel de Cataño, donde abrió fuego contra su entonces pareja Mónica Valencia Cortez Aldarondo, la jueza Sariely Rosado Fernández declaró causa para juicio contra el expolicía municipal.

Según precisó la fiscal Arlene Patiño Lorenzo, el expolicía enfrentará cargos por tentativa de asesinato, daño agravado, violación a la Ley de Armas y falsificación de documentos. Ese último cargo tiene que ver con el hecho de que el vehículo con el que llegó a la escena del crimen tenía un marbete alterado.

Durante la vista preliminar, en la que el acusado permaneció sombrío, por momentos con los ojos cerrados y la cabeza reclinada sobre una mano, declararon los dos policías que llegaron al cuartel justo en el momento en que Berríos Marrero discutía con la perjudicada, momentos antes de que desatara la balacera.

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La agente María de los Ángeles Sánchez Pérez, quien todavía estaba visiblemente consternada, narró que la madrugada de los hechos, el pasado 28 de octubre, patrullaba junto al agente Javier Martell, y al pasar frente al cuartel vieron a la pareja discutiendo y se acercaron.

“Ella le decía: ‘no, porque tú estás mal y tienes que buscar ayuda. No puedo seguir con esto. Ya esto se acabó, tienes que buscar ayuda’”, contó Sánchez sobre los segundos previos al tiroteo.

Al abrir la puerta del cuartel a la víctima y pedir a la agente en el retén que avisara a un supervisor, se escucharon las detonaciones y la mujer cayó al suelo.

“Había un charco de sangre, fragmentos de vidrio, la cartera de la dama tirada en el suelo”, describió la policía sobre la escena.

Agregó que, ya arrestado, Berríos Marrero preguntó si su pareja estaba viva, y al enterarse que sí, “dijo: ‘tiene suerte’. Él quería matarla”.

Por su parte, el agente Martell describió la misma escena, aunque en su caso detalló el momento en que disparó contra el atacante para neutralizarlo.

“(Berríos Marrero) hace dos disparos, y ahí es que desenfundo mi arma de reglamento y le hago dos detonaciones”, contó Martell.

“Veo que hace otra detonación más en dirección hacia el suelo, donde estaba Mónica. Vuelvo y hago dos detonaciones más, luego él cae al piso”.

Ya arrestado, cuando sacan en camilla a la víctima para llevarla a una ambulancia, Martell contó que el agresor le gritó: “¡Eso te pasa por p… te disparé por p…!”.

Cortez Aldarondo no pudo estar en la sala, porque se encuentra en condición delicada, según se informó. Una bala se le alojó en el corazón, y se le había movido a un pulmón. Otra le impactó en la vértebra L3 y le dejó sin movilidad en las piernas. También resultó herida en un hombro.

El abogado Francis Ruiz, que representa a Berríos Marrero a nombre de la Corporación Organizada de Policías y Seguridad (COPS), inclinó sus preguntas a tratar de sembrar dudas en cuanto a que disparos alcanzaron a la víctima, toda vez que en la escenas se hicieron nueve disparos, cinco de los cuales se le atribuyen a su defendido y los otros cuatro al agente Martell.

La lectura de acusación del caso fue fijada para el 18 de diciembre, y el comienzo del juicio para el 22 de enero. Además se emitió una orden de protección y el acusado tendría que llevar un grillete electrónico.

Llamado a la prevención

La Procuradora de las Mujeres, Lersy Boria, quien estuvo presente en la vista preliminar, celebró la decisión de la jueza y llamó a las personas a no minimizar los incidentes de agresión, ya sea verbal o física, para evitar  situaciones como la que se veía en sala.

“Este fin de semana salvamos cuatro vidas. Por eso siempre publicamos nuestra línea de prevención, en el 787-722-2977, es 24/7, es una línea confidencial, donde tanto testigos como víctimas pueden llamar”, expresó Boria.

“Utilizamos todos los recursos, las redes sociales, la línea confidencial”.

La procuradora dijo que como parte de sus esfuerzos tratan de abrir más salas de violencia doméstica y poner más intercesoras legales en cada tribunal y municipio.

“Esto es una desgracia para todas las familias. Todo el mundo se afecta, aquí todo el mundo es víctima. (Estos actos) dejan secuelas sicológicas para todas las partes: hijos, hermanos, madres, padres, familias”, lamentó Boria.

La funcionaria dijo que no encajonaría el reclamo de declarar una emergencia nacional por los feminicidios en un asunto legal, y que -por el contrario- continuaban con los esfuerzos para salvar vidas y entrenar a cada vez más recursos para atender la situación. No pudo precisar si el gobernador Ricardo Rosselló tomaría o no la acción ejecutiva de declarar la emergencia nacional.

Reiteró, no obstante, que “todo el mundo está apoyando. Nadie quiere que una mujer más muera. No queremos más víctimas. Estamos en una fecha crítica, lamentablemente, en Navidades estadísticamente es así. Por eso estamos haciendo un llamado. Ese número de teléfono sí salva vidas”.