La jueza Soraya Méndez Polanco, del Tribunal de Mayagüez, encontró causa para juicio contra Wilson Meléndez Bonilla, el joven acusado de prender en fuego a Jomaira Hernández Martínez de 13, años, en su residencia en Cabo Rojo.

El joven, de 19 años, enfrenta un cargo por asesinato, dos por tentativa de asesinato, uno por destrucción de evidencia y otros cuatro por escalamiento agravado, incendio agravado, agresión sexual en modalidad de violación técnica y una infracción al artículo 15 de la Ley de Maltrato Animal.

En el segundo día de vista preliminar, el Ministerio Público sentó a declarar al agente de la policía Juan C. Rosado, quien tuvo a su cargo la investigación del caso. A preguntas de la fiscal Blanca Portela, Rosado indicó que el propio imputado confesó que había sido él quien encendió la residencia de Hernández Martínez la noche del 23 de marzo, como venganza porque la menor había terminado la relación sentimental que ambos tenían.

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En su declaración, Rosado indicó que Meléndez Bonilla contó con detalles la planificación y ejecución del siniestro, que a la postre, le costó la vida a la menor.

Según el agente, el acusado confesó que dos días antes de los hechos tuvo una discusión con la menor en la que se profirieron palabras soeces, información que fue confirmada por una vecina, que también fue entrevistada por el agente. De igual forma, indicó que Meléndez Bonilla le contó a un amigo suyo un día antes de que Jomaira había roto con él y que planeaba pegarle fuego a la casa para hacerle pasar un susto.

El 23 de marzo, Meléndez Bonilla indicó al agente que a eso de las 6:00 p.m. se dirigió a una gasolinera y compró un dólar de gasolina que echó en un envase de jugo de plástico y lo guardó en un bulto que llevaba en la espalda.

“Decide esperar a que oscurezca, para que no lo vieran cuando se dirigía a la residencia de Jomaira, porque ya él había pensado prender en fuego la residencia como en venganza porque la nena no quería seguir la relación con él” agregó.

Meléndez Bonilla logró acceso a la residencia a través de la puerta del balcón, que al momento no estaba asegurada.

“Una vez abre, dice que logra ver en ese sillón a Jomaira, que esta acostada de lado arropada con una sábana con diseño de soccer. Logra ver que en el asiento del frente está su hermano durmiendo”, detalló Rosado, quien agregó que en ese momento, Meléndez Bonilla lleva con él el envase con gasolina y unos guantes de tela para no quemarse.

“Como él lo describió fue: ‘la embarré en gasolina de los pies hasta la cintura. En la otra mano tenía el ‘lighter’ y lo prendí”, detalló.

Rosado sostuvo que una vez Meléndez Bonilla vio la llamarada, salió de la residencia, lanzó el envase al patio de la casa, cruzó la calle y se internó en un terreno abierto que ubica frente a la residencia, donde se deshizo de los guantes y del encendedor. Luego, llamó a su amigo y le contó lo que había hecho.

Como parte de su investigación Rosado entrevistó a la mamá de la víctima, al menor que se encontraba dormido en la sala, un vecino, al amigo y a los padres del acusado. De igual forma, recopiló datos como el recibo de la compra del dólar de gasolina, parte de la vestimenta que tenia la menor al momento del fuego, los residuos de la manta y el envase utilizado en la escena, entre otros detalles.

También se ocupó la vestimenta que llevaba el ahora acusado (una camisa y un pantalón negros tipo sudadera, unos zapatos negros, un bulto y un celular con el que presuntamente llamó a su amigo la noche de los hechos.

Como parte de su declaración, Meléndez Bonilla aceptó también que había sostenido relaciones sexuales con la menor en varias ocasiones y que se quedaba a dormir con frecuencia en su habitación, en un colchón que la mamá de Jomaira le colocaba.

En el contrainterrogatorio, el abogado de defensa, Carlos Cruz intentó cuestionar por qué las autoridades no recogieron una declaración jurada del hermano de Jomaira, que se encontraba dormido en la sala al momento del incendio y también cuestionó si ocuparon los guantes y el encendedor.

El agente Rosado indicó que esos artículos nunca fueron recuperados y que por eso consta en las acusaciones un delito por destrucción de evidencia.

La defensa, incluso, cuestionó si la vecina de la víctima contó que Jomaira había agredido a su representado en medio de la discusión que ambos sostuvieron dos días antes del incidente y también preguntó sobre el lugar en que la pareja supuestamente sostenía relaciones sexuales.

La defensa no presentó testigos.

La fiscalía ya había sentado a declarar en el primer día de vista a la patóloga Rosa Rodríguez Castillo, quien tuvo a su cargo la autopsia de la menor y también a Ivette Martínez, madre de la víctima.

“Entendemos que la prueba que presentamos fue más que suficiente, incluso para una etapa de vista preliminar. La prueba es robusta, convincente y estamos convencidos que probamos el delito más allá de duda razonable en esta etapa, que no es la etapa que hay que probarlo más allá de duda razonable”, sostuvo la fiscal Portela.

Los abogados de la defensa no quisieron hacer comentarios a su salida de sala. Tampoco los familiares del acusado ni la mamá de la víctima.

La lectura de acusación fue pautada para el 1 de julio y el juicio comenzará el 22 de ese mismo mes.