Un juez Jimmy Sepúlveda, del Tribunal de San Juan, determinó ayer, causa probable para aprehensión contra un adolescente que presuntamente llevó un arma de fuego ilegal a su escuela y mientras la manipulaba presuntamente se disparó en la rodilla izquierda en el salón de clases.

Al alumno, de 14 años, se le imputaron tres faltas por violación a la Ley de Armas.

Los sucesos ocurrieron a las 10:00 a.m. del 26 de noviembre, en la Academia Joeleanny en la calle Eider de la urbanización Country Club en Río Piedras, cuando el menor, que se encontraba en un salón junto a otros ocho alumnos, se disparó con una pistola marca Glock de calibre .40.

La maestra se encontraba de espaldas al grupo hablando con su colega del salón del lado en el umbral de la puerta cuando escuchó la detonación, pero al cuestionar al grupo el jovencito le indicó que había sido una explosión de una pieza de pirotecnia llamada “cherry bomb”.

Aunque estaba herido, el menor continuó en la clase y luego del cambio de salón pidió permiso para ir al baño y esperó a la maestra que se dirigía a la oficina de la directora escolar para redactar un informe de lo sucedido para proceder con su suspensión. A ella le reveló que estaba herido de bala. El estudiante ya fue dado de alta.

La pistola marca Glock .40 fue ocupada y no figura en el Registro de Armas de la Policía. Tampoco sus padres tienen licencia de armas de fuego.

La representación legal del menor se allanó a las quejas presentadas.

Una determinación positiva de causa probable conlleva que el Procurador de Menores queda autorizado a presentar una querella. La vista adjudicativa, en la que se le debe probar más allá de duda razonable al tribunal que el menor incurrió en la comisión de una falta fue pautada para el 13 de diciembre.

El menor quedó bajo la custodia de sus padres.

El caso fue investigado por el agente Alex R. Díaz Colón, adscrito a la División de Homicidios de San Juan, quien consultó el caso con la Procuradora de Menores Ana Pérez Camacho.