La División de Homicidios de San Juan espera terminar pronto la investigación sobre el caso de un niño turista que pereció ahogado durante la noche del domingo en la playa del Condado, detrás del hotel La Concha.

El padre del niño Zedehryahy Mekuria (Justice) Miller de 12 años, quien es rabino en la ciudad de Sunderland, Massachusetts, donde residen, autorizó al entrenador de balompié del menor, Keith Payne, para que se hiciera cargo de las gestiones para el traslado del cuerpo a Estados Unidos.

A Paine, quien tiene un documento suscrito por los padres del menor autorizandolo a realizar este viaje, el fiscal Alberto Cuevas ya le tomó declaración jurada sobre los sucesos y se espera que hoy culminen las entrevistas a su esposa e hijo de 11 años, que están acompañados por un capellán del Departamento de Seguridad Pública (DSP) para cerrar la investigación próximamente.

“Se verificó el ángulo de la negligencia, pero al presente lo que hemos encontrado es que fue por curiosidad de los nenes”, explicó el teniente Valdwin Alvarado, director de la División de Homicidios de San Juan.

También se han requerido vídeos de cámaras de seguridad del hotel y del restaurante donde estaba comprando comida, entre otros, con el fin de corroborar las versiones.

De acuerdo con la investigación, el domingo, la familia llegó a la isla hospedándose en el hotel Vanderbilt en Condado y decidieron salir a comprar comida.

Mientras esperaban, los niños salieron a explorar el área y se presume que fueron atraídos por la playa donde fueron arrastrados por las fuertes corrientes marinas. El niño de 11 años logró salir del agua, pero se perdió el rastro de su amigo Justice. Los trágicos sucesos se reportaron a las 10:14 p.m.

Su búsqueda se extendió hasta la mañana de ayer cuando la Unidad de Buzos de la Policía Municipal de San Juan lo localizaron a unos 1,500 metros del lugar donde fue visto por última vez.

“El mar les llamó la atención, era la primera vez que visitaban la isla y desconocían de las condiciones del mar. Los familiares tienen otros hijos que se encuentran también afectados, así que le encargaron a Paine las gestiones para su traslado a Estados Unidos. Entrevistamos a los padres por teléfonos y están buen afectados emocionalmente”, observó el teniente Alvarado.

El fallecido practicaba deporte de soccer.

La secretaria del Departamento de la Familia, Carmen Ana González Magaz, reveló ayer que no recibieron ningún referido sobre una situación de maltrato, sino que la agencia atendió el caso como una emergencia social con el fin de brindar apoyo a los miembros de la familia o acompañantes del menor mientras se llevaban a cabo las labores de búsqueda.