Los cuatro puertorriqueños residentes en Nueva York que perdieron la vida en un accidente de tránsito anoche, viajaron a Puerto Rico hace una semana para sepultar a un pariente que nació en San Sebastián.

La tragedia ocurrió a las 8:35 p.m. en el kilómetro 17.7 de la carretera PR-111 en San Sebastián, mientras Aníbal González, de 70 años, transitaba en un automóvil alquilado marca Hyundai Accent, color blanco y del 2022, en dirección hacia Moca e hizo un viraje indebido a la izquierda siendo impactado por la parte lateral derecha por un vehículo Ford Mustang, color blanco y del 2005, que era manejado por Félix Quiñones Pérez, de 21 años. El joven iba por su vía franca.

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El alcalde de San Sebastián, Javier Jiménez, indicó que los pepinianos estaban desde el 11 de agosto en la Isla y habían alquilado un vehículo para realizar las gestiones para darle sepultura a su ser querido. Entre las víctimas estaba la hija de una de las septuagenarias muertas. La persona fallecida, que había pedido que cuando muriera lo sepultaran en su pueblo natal, era el esposo de una de las pasajeras de la parte trasera.

“Eran personas que vivían fuera de Puerto Rico casi toda su vida y según me informan que uno de los esposos de una de las pasajeras que falleció pidió que lo enterraran en Puerto Rico y ellos vinieron a enterrarlo en Puerto Rico. Eran de San Sebastián, pero llevaban toda su vida viviendo en Estados Unidos igualmente sus hijos y familiares más cercanos”, comentó Jiménez en entrevista telefónica.

Jiménez lamentó profundamente el incidente que mantiene consternado al País.

“Es muy lamentable una tragedia como esta, de personas que vienen a hacer una gestión en Puerto Rico, que es una tragedia difícil como enterrar a una persona tan cercana como un pariente o un esposo, y se encuentran con la situación de que también tienen que partir en esta forma tan trágica. (Es) La fragilidad de la vida en la que muchas veces no pensamos ninguno de nosotros”, exclamó el ejecutivo municipal.

En el accidente falleció la pasajera frontal, María Hold, de 50 años y residente en Rochester, Nueva York, quien era hija de una de las dos pasajeras que viajaban en la parte posterior.

Las otras dos víctimas son Milagros Soto y la pasajera del lado izquierdo, Ana A. González, ambas de 72 años y vecinas de Rochester, en Nueva York. Esta última salió expulsada a unos 277 pies sobre pavimento tras el impacto. Las dos pasajeras traseras no utilizaban el cinturón de seguridad.

Según el Negociado de Patrullas de Carreteras, Quiñones Pérez fue transportado al hospital San Carlos en Moca, donde le tomaron muestras de sangre, como es de rigor en estas investigaciones. Su condición es estable ya que las heridas que recibió son de carácter leve.

El agente Carlos Hernández, adscrito a la División de Patrullas de Carreteras de Aguadilla, investigó el accidente junto al fiscal Rufino Jiménez, quien impartió instrucciones para que se ocuparan ambos vehículos para fines periciales.