El Cuerpo de Investigación Criminal (CIC) de Arecibo con apoyo de la Unidad Canina allanó hoy la residencia donde murió de un disparo en la cabeza la niña Amahai Viruet de Jesús, de tres años. 

Las autoridades que habían trabajado la escena donde ocurrió la muerte, solicitaron a un juez una orden de allanamiento para toda la residencia y sus alrededores. No se ha dado a conocer si se ocupó algún material delictivo. 

Anoche, se radicaron cargos criminales por violación a la Ley de Armas contra el padrastro de la menor tras ocupar en la residencia un cargador con balas de calibre 9 milímetro, pero el arma de fuego no había sido localizada. 

El arrestado no tiene licencia de Armas de Fuego.

Carlos Manuel Meléndez García, de 34 años, conocido como Carlitos, quedó en libertad tras prestar a través del Programa de Servicios con Antelación a Juicio una fianza de $10,000, que le fue señalada por la jueza Cyndia Irizarry del Tribunal de Arecibo.  

Al imputado se le colocó un grillete electrónico. 

Este invocó a su derecho a no autoincriminarse cuando los investigadores se disponían a entrevistarlo sobre lo que sucedió en el hogar. 

Los hechos ocurrieron a las 10:15 a.m. del lunes en su hogar localizado en el sector Buena Vista del barrio Morovis Norte, de ese municipio, cuando se escuchó una detonación y la progenitora de la menor la encontró sangrando por la cabeza. Su hermanita de cuatro años, resultó ilesa. 

Ayer peritos del Negociado de Ciencias Forenses acudieron a la residencia de la familia donde utilizaron un equipo especializado para realizar un análisis de balística reconstructiva con el fin de conocer la forma en la que se disparó, a qué distancia, su movimiento de traslación y la posición del responsable, entre otros aspectos para corroborar su teoría de que el disparo mortal se hizo desde el interior de la estructura. 

El propósito de las pruebas va dirigida a establecer si la menor pudo haber accionado el gatillo del arma ilegal o le dispararon a corta distancia ya que según fuentes del Negociado de la Policía (NPPR) tiene rastros de pólvora en el rostro. 

También indagarían si era posible hacer un impacto de bala desde la parte exterior de la ventana de acuerdo con topografía del lugar. 

Los hallazgos no han sido divulgados todavía.