La vista preliminar en alzada contra el abogado Jerme Garffer Croly por un caso de violación a la Ley 54 de Prevención e Intervención con la Violencia Doméstica fue aplazada para el próximo viernes, 21 de mayo, en la mañana, a petición de su abogado Mario Moczó.

La jueza Mariela Miranda Recio, del Tribunal de Bayamón, separó además la fecha del 4 de junio para la continuación de esta vista preliminar en alzada.

Aunque la fiscalía estaba lista para comenzar la vista, y tenía en sala a la demandante, un agente y un testigo, la jueza accedió al reclamo del abogado Moczó, quien explicó que tenía en la tarde otro juicio en el tribunal de Caguas y apenas podría estar presente por una hora.

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Garffer, que enfrenta tres procesos simultáneos en los tribunales de Bayamón y San Juan, no estaba en sala, sino observando la vista desde la cárcel de Bayamón, donde permanece luego de que fuera arrestado por violar las condiciones de una orden de protección que pesaba en su contra, por violar la Ley 54.

Los hechos por los que fue acusado se remontan al 8 de abril, cuando según se alega violó una orden de protección vigente en su contra. Quedó en libertad luego de prestar una fianza de $50,000 a través de un fiador privado y bajo las condiciones impuestas por el Programa de Supervisión Electrónica, que le impuso condiciones tales como la colocación de un grillete electrónico con rastreo a través del Sistema de Posicionamiento Global (GPS, en inglés), así como que cometiera delitos.

El viernes pasado, sin embargo, la jueza Eileen Torres expidió una orden de arresto contra Garffer, con una fianza de $250,000, porque su expareja lo acusó una vez más de violar la orden de protección. Garffer pagó el 10% de la fianza, pero el Programa de Servicios con Antelación al Juicio (PSAJ) solicitó la cancelación de los servicios y la supervisión electrónica por violar las condiciones que se habían impuesto.

Según trascendió, la expareja de Garffer radicó una querella en la Policía Municipal de Guaynabo porque en la noche del jueves pasado recibió una llamada telefónica a través de la aplicación Messenger, en violación a la orden de protección, que está vigente hasta junio, y que prohíbe cualquier tipo de contacto o comunicación con ella. El contenido del mensaje no se ha dado a conocer.

El abogado fue arrestado poco después que se emitiera la orden de arresto, a solicitud del tribunal.

El exvicepresidente de la Junta de Gobierno de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) fue llevado ante el tribunal para una vista de revocación de la probatoria por violar las condiciones impuestas por el tribunal, luego de ser acusado por violar la Ley 54. El juez José Parés Quiñones atendió la vista y revocó la probatoria. Ordenó que Garffer fuera llevado a la cárcel y citó una vista a celebrarse en 72 horas.

El lunes pasado se celebró esa vista y el juez Rafael Taboas Dávila ratificó la decisión del juez Parés Quiñones, determinando que el abogado debía permanecer en la cárcel de Bayamón por violar las condiciones impuestas por el Programa de Servicios con Antelación al Juicio (PSAJ), por la comisión de un nuevo delito.

Con ese fallo, Garffer debía permanecer en la cárcel hasta la celebración de la vista preliminar, pautada para el 15 de junio.

Por otro lado, Moczó descartó que su cliente tuviera un celular dentro de la cárcel, luego que se le cuestionara sobre un mensaje que salió publicado en perfiles de redes sociales de Garffer.

“Él no tiene acceso a redes sociales. Inclusive, el muchacho (Garffer) de allá adentro no nos ha podido llamar a nosotros. La realidad es que nosotros hemos recibido comunicaciones a través de terceros, de gente que tiene la tarjeta propiamente, llama a una amiga y me dan los mensajes”, afirmó Moczó.

“En mis redes sociales ahora mismo se debe estar publicando algo, y yo estoy aquí con ustedes. No es que le ‘hackeen’ la cuenta, es que es gente que te administra la cuenta. Yo tengo alguien que me administra mi cuenta. Y ahora mismo estando preso, él tiene gente que le administra su cuenta, porque él es abogado y tiene relaciones y demás”, agregó el representante legal de Garffer.

Moczó afirmó que su cliente “está mal, destruido, nunca había estado preso, una persona profesional y demás, que termine preso, le puede pasar a cualquiera”.

Comentó que su cliente permanecería preso al menos hasta las nuevas fechas señaladas para la vista preliminar en alzada (21 de mayo y 4 de junio) o en dependencia de lo que pase en los otros casos que tiene pendiente.

Recordó que Garffer “no está preso por este caso. Este caso fue no causa. Él no está preso por esto. Él le están revisando este caso y tiene unos casos que entonces son los que provocan que esté confinado preventivamente. Pero este caso es una alzada. Es distintas modalidades, esto es maltrato, alegadamente, sicológico o físico, y el otro es una violación de orden (de protección)”.

Moczó opinó que con todo el clima de recientes actos de violencia contra mujeres y la condena general a la violencia de género que se vive actualmente en Puerto Rico, podría tener impacto en el proceso contra su cliente.

“Obviamente las situaciones fácticas de lo que pasa en el país, siempre, aunque no deberían, impactan las instituciones. Pero nosotros confiamos que la juez escuche la prueba. Pero sería yo ignorante y un mentiroso decirte que lo que está pasando en el país, que ciertamente es una tragedia, pero impacta un poquito a veces hasta a personas inocentes, porque todo el mundo se pone a reaccionar, y hay personas que sin mérito pueden pagar, cuando deberían pagar los que tengan mérito. Pero sí, obviamente va a tener su impacto. Pero confiamos en la juez siempre”, comentó.

Se reiteró, sin embargo, en que espera que Garffer volverá a salir airoso de esta acusación.

“Yo quiero confiar que sí, en una alzada. Prevalecimos en la primera y fue basado en pruebas. Claramente la situación del país ahora cambió, pero yo no creo... yo confío en la juez. Siempre tengo que confiar en el sistema. No me queda otra”, afirmó.

Moczó explicó que Garffer enfrenta, además de este caso de acusación de violar la Ley 54 en alzada en el Tribunal de Bayamón, otros por violar una orden de protección en el Tribunal de San Juan.

“Este caso que está en alzada es la génesis de la orden (de protección) que está. Este que fue no causa, fue lo que causó esa orden. La orden que se alega que violó, por lo que está preso, empezó todo por este caso que está en alzada”, detalló el abogado defensor.

Comentó que no apelaría para intentar sacar de prisión a Garffer, sino que buscaría ganar los casos. Sin embargo, resaltó la contradicción de que su cliente podría resultar con no causa en el caso que dio origen a todo, y aun así permanecer preso, por violar la orden de protección emitida por el tribunal.

“La estrategia va a ser ver los casos. Pero esa son cuestiones que tiene el sistema. O sea, tú le expides una orden a una persona, quizás basada en una cosa que es mentira, entonces si tú violentas la orden, comoquiera violentas la orden porque es contra el tribunal. Son otros 20 pesos. Pero tú no puedes perder de perspectiva que diste una orden a alguien por un delito que no cometió”, sostuvo Moczó.

Sin embargo, la abogada que representa legalmente a la mujer que está acusando a Garffer, la licenciada Brenda Berríos Morales, opinó que quizás el aplazamiento de fecha era una estrategia de la defensa para esperar por un mejor momento, pero agregó que la dilación causaba más ansiedad para su clienta.

“Podría ser una estrategia. No estoy imputándole que lo sea, pero evidentemente los abogados utilizan diferentes tipos de estrategias para tratar de que sus casos se vean en el mejor tiempo, en el más conveniente para su cliente”, comentó. “Pero tengo que decir que, como cualquier otra mujer en este proceso, (mi clienta) quisiera que se acabara lo antes posible. Así que mientras más se retrasan los procesos la ansiedad continúa aumentando, porque como toda cosa que nos causa ansiedad, quisiéramos que se culmine lo antes posible”.

Comentó que estuvo presente cuando la fiscalía presentó el caso por primera vez “y traté de ser bien objetiva en mis análisis del proceso. Yo no soy juez, soy abogada de parte. Pero entiendo que el enfoque que se le dio al caso la otra vez, que llevó a la distinguida juez a determinar no causa, fue que ella le dio más importancia a cómo mi cliente repelía el maltrato, que a la actuación per se del señor (Garffer). Entonces hubo un cambio, hubo un giro en algún momento, en el que se le dio mucho más peso a cómo ella repelía el maltrato, que la actuación per se del maltratante”.