Arrestan a uno de los confinados que se fugó de la cárcel de Bayamón
Harold Abolafia Borrero estaba acompañado de una mujer cuando fue capturado por la Policía cerca del campo de golf de Bayamón.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
PUBLICIDAD
Las autoridades arrestaron hoy a Harold Abolafia Borrero, uno de los confinados que se fugó de la cárcel de Bayamón el pasado domingo.
La información fue divulgada por la secretaria del Departamento de Corrección y Rehabilitación, Ana Escobar Pabón, en su cuenta de Twitter y por el Negociado de la Policía.
La Unidad de Arrestos Especiales del @DCR_PR en un trabajo en conjunto con el @PRPDNoticias , los Marshall Federales, Unidad de Arrestos y Extradiciones de @PRPDNoticias arrestó hoy a Harold Abolafia Borrero. Fue arrestado
— Ana Escobar Pabón (@prsecorreccion) June 16, 2022
en el sector Los Millones (PR-5) en Bayamón. pic.twitter.com/CvOiZGPNJa
Se informó que Abolafia Borrero estaba cerca del campo de golf de Bayamón, en la inmediaciones del río Bayamón, junto a una mujer cuando fue detenido por agentes de la División de Inteligencia y Arrestos de la Policía.
La Policía aseguró que Abolafia Borrero trató de evadir a los agentes corriendo entre la maleza, por lo que resultó con rasguños antes de ser detenido.
Relacionadas
Abolafia Borrero tiene 26 años y es vecino del residencial Nemesio R. Canales en San Juan. Cumple una sentencia de 43 años por asesinato en segundo grado y ley de armas, entre otros delitos.
Corrección indicó que el reo se fugó del Centro de Detención 1072 del complejo correccional de Bayamón durante la madrugada del domingo con otro recluso identificado como Juan Alberto Valdez López, quien no ha sido arrestado.
Valdez López es residente del barrio Beatriz en Caguas y cumple una sentencia de tres años por robo y otros delitos. Mide seis pies de estatura, es de constitución delgada, y tiene tatuajes en el cuello, ambos brazos, cara, piernas, costillas y barriga.
Escobar Pabón señaló el martes pasado que los confinados rompieron una ventana, luego rompieron una verja y brincaron otra verja, logrando acceso al exterior, y que fue después entre los recuentos de reos que se dieron cuenta de la ausencia.
“Nadie pudo divisarlos”, afirmó la secretaria.