El primer asistente del fiscal federal, Héctor Ramírez Carbó, anunció la acusación de 15 personas involucradas en una red de tráfico de cocaína que operó entre el 2020 a marzo de 2021 y enviaba la droga desde Puerto Rico hacia Estados Unidos.

Según explicó en conferencia de prensa, los coconspiradores solían reunirse en galleras “a través de todo Puerto Rico” donde formulaban vínculos con otras personas interesadas en la compra y venta de narcóticos.

Así, hacían acuerdos para la compra y venta de cocaína y utilizaban el correo postal o compañías de envío privadas para transportar la sustancia ilícita a varios lugares en los Estados Unidos, incluyendo a los estados de Florida, Massachusetts, Maryland, Alabama, Connecticut, Pensilvania, Delaware y Nueva York, entre otros.

La cocaína era ocultada en pailas de sellador industrial, en artículos para el hogar y juegos de mesa y era enviada a otros coconspiradores en los Estados Unidos continentales, quienes recibían los envíos y se encargaban de distribuir la cocaína a terceros. Luego, el dinero recolectado se enviaba otra vez a Puerto Rico, tanto por el correo postal como por transferencias con intermediarios.

“(Utilizaban) el correo, también a través de transferencias con intermediarios en los Estados Unidos a través de un envío donde el intermediario en Estados Unidos recibía el dinero de las ganancias y, a su vez entonces, le daban un tipo de ‘token’ a la persona en Puerto Rico encargada de recoger el dinero, le decían ‘persónate a este lugar y ahí te van a dar el dinero’. O sea que de ese modo no había una transferencia ni por avión ni por correo de esas grandes cantidades de dinero”, explicó Ramírez Carbó.

En la Isla, los conspiradores escondían el dinero en automóviles que tenían compartimientos ocultos para transportar el dinero sin ser detectados.

“En una ocasión se ocuparon $750,000 en una incautación”, detalló. “El operativo se llama Hot Cayenne, precisamente porque uno de los acusados tenía una Porsche Cayenne que tenía un compartimiento escondido”, agregó.

Es por esto que un Gran Jurado Federal en el Distrito de Puerto Rico emitió el 11 de mayo una acusación formal contra 13 personas, imputándolos de conspiración para poseer con intención de distribuir cocaína en Puerto Rico y en los Estados Unidos continentales. Diez de estas personas, quienes no fueron especificados, enfrentan un cargo de conspiración para lavar instrumentos monetarios. Uno de los acusados era un empleado postal, “quien se ausentaba de sus labores para llevar a cabo estas actividades”, se indicó.

Los 13 acusados son:

1. Pablo Colón Rolón, alias “Gordo/Goldo”

2. Carlos Castro Lecumberri

3. Enmanuel Matos Matos, alias “El Menor”

4. José Pérez Cuevas, alias “Chipolo”

5. Juan Manuel Vázquez Díaz, alias “Demente”

6. Saúl Montalvo Mulero, alias “La Momia”

7. Luis M. Ortiz Rivera, alias “Jingo/Ñingo”

8. Miguel Piñeiro Ramos, alias “El Grande”

9. Nelson Suárez Ortiz, alias “El Cocinero/El Quemao”

10. Carlos Marrero Vázquez, alias “El Cartero”

11. Johan Torres Feliciano, alias “El Ingeniero/Inge”

12. Gustavo Rivera Mulero, alias “El Cano”

13. Abraham Nelson Brenes

Luego, se enmendó la acusación para incluir a tres personas. Esta segunda acusación formal acusa a Juan González Ayala y Jonathan Santiago Hernández, así como a Castro Lecumberri nuevamente, de conspiración para poseer con la intención de distribuir cantidades al por mayor de cocaína dentro de Puerto Rico y los Estados Unidos continentales para obtener ganancias y ganancias financieras.

Mientras, Nelson Brenes enfrenta un cargo por administrar y controlar a sabiendas un lugar ubicado en la urbanización Jardines de Dorado con el fin de almacenar y distribuir ilegalmente kilogramos de cocaína y Santiago Hernández enfrenta un cargo de posesión de un arma de fuego para promover un delito de narcotráfico.

“No había un cabecilla en específico. Son personas que tomaban diferentes roles a lo largo de la conspiración”, explicó el asistente del fiscal federal.

De ser hallados culpables, los acusados enfrentan penas de no menos de 10 años y hasta cadena perpetua.

Durante el curso de la investigación, las autoridades efectuaron múltiples incautaciones de dinero en efectivo para una suma aproximada de $930,000 y celulares. La cocaína, por su parte, posiblemente provenía de Colombia, Venezuela o la República Dominicana.

“La cocaína en Puerto Rico proviene de tres fuentes mayores: Colombia, Venezuela y República Dominicana, por lo general. O sea que, una vez llega a Puerto Rico ha cruzado fronteras internacionales y el envío a Estados Unidos es mucho más fácil, porque pasa por los puertos, los fulgones, en las cargas puede ir. Muchas veces lo envían en el correo”, dijo.

Las agencias a cargo de la investigación son la Oficina del Inspector General del Servicio Postal de los Estados Unidos (USPS-OIG, en inglés), el Servicio de Inspección Postal de los Estados Unidos (USPIS, en inglés), la Administración para el Control de Drogas (DEA, en inglés), la División de Investigación Criminal del Ejército de los Estados Unidos y el Negociado de la Policía de Puerto Rico. De acuerdo con la agente especial a cargo del Caribe de la DEA, Renita D. Foster, es gracias a los esfuerzos de estas agencias que se han arrestado a 18 personas, se ha ocupado cerca de $1.5 millones, unos 212 kilogramos de cocaína, seis kilogramos de marihuana, dos fusiles de asalto y 15 armas de fuego.

“Al analizar la estadística de homicidios en Puerto Rico desde 2017 hasta principios de noviembre de 2021, cada año fueron asesinadas un promedio de 591 personas, y aproximadamente el 50% estaban directamente vinculados al narcotráfico”, especificó Foster.

“La DEA hará todo lo posible para que nuestras comunidades sean más seguras y saludables y para revertir la tendencia devastadora de violencia ligada al narcotráfico y sobredosis relacionadas con las drogas que asolan nuestras comunidades. No descansaremos hasta erradicar la violencia ligada al narcotráfico y detener la epidemia de sobredosis de drogas”, advirtió.