Las autoridades investigan las circunstancias que rodean la muerte de un niño de cinco años que fue llevado sin signos vitales por su padrastro al Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT) de Río Grande con un hematoma en el lado derecho de la frente.

El niño estaba al cuidado de su padrastro de 31 años cuando ocurrieron los hechos, ya que su progenitora iba de camino al trabajo como guardia de seguridad.

De acuerdo con la versión preliminar, la pareja de la mujer, quien también cuidaba a sus hermanitos de tres años y ocho meses, estaba en la cocina preparando el biberón para el más pequeño cuando escuchó un ruido.

Al acercarse a la habitación del niño, lo encontró en posición fetal, temblando o convulsando, por lo que llamó a su pareja para notificarle lo sucedido. Eso ocurrió a las 11:50 p.m. del domingo.

El menor llegó a las 12:07 a.m. de hoy, lunes, a la sala de emergencias y posteriormente arribó la progenitora.

El doctor Augusto Cesar Burgos Gandía certificó que el menor llegó sin signos vitales al hospital donde intentaron reanimarlo sin éxito.

El nene no tenía ninguna condición médica diagnosticada.

La agente Keyla Cepeda Pizarro, adscrita a la División de Delitos Sexuales y Maltrato de Menores de Fajardo, junto al fiscal Eliezer Reyes investigan los hechos.

Se espera por los resultados de la autopsia para conocer las causas de la muerte.

Se le notificó al Departamento de la Familia para que inicie la investigación de rigor. También se indaga si la progenitora de los menores o su pareja, en relaciones anteriores, han sido referidos a esa agencia anteriormente.