Las causas de la muerte del niño Matthew Andrés Becerril Laureano, de tres años, que fue llevado sin signos vitales por su padre al Centro de Diagnóstico y Tratamiento de Río Piedras el 14 de diciembre continúan siendo un misterio.

Durante la tarde de hoy, jueves, se llevó a cabo una reunión en el Negociado de Ciencias Forenses entre el patólogo Javier Serrano, el agente investigador Marcos Michael Figueroa Torres y la fiscal Linette Velázquez de la Unidad Especializada, en la que se indicó que la autopsia no ha revelado ninguna causa determinada de muerte.

“Aún no hay causa de muerte determinada se espera por el informe pericial que podían tardar como un mes y medio”, se limitó a indicar la comandante Mayda Ortiz, directora del Cuerpo de Investigación Criminal (CIC) de San Juan.

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Entre los análisis periciales figura el toxicológico al igual que la evaluación de los expedientes médicos del menor para compararlos con los hallazgos del patólogo. 

El niño fue llevado por su padre y su abuelo hasta la sala de emergencias, donde la doctora Liza Anzalota del Toro certificó que no tenía signos vitales y que presentaba sangrado en la nariz y hematomas.

El padre alegó de manera preliminar que mientras bañaba al menor en su hogar localizado en la barriada Venezuela en Río Piedras se desmayó y pudo observar sangrado en la nariz, posteriormente por recomendaciones de su abogado, Miguel Rodríguez no hizo otras expresiones.

Su progenitora, Gloribel Laureano Pacheco, de 27 años, reveló que el menor se estaba quedando desde la semana antes del día de Acción de Gracias con su padre, Martín A. Becerril Pacheco, y que cuando salió de su hogar estaba en buenas condiciones.

El pequeño fue sepultado durante la Nochebuena.