Es como un deja vu... nuevamente aparecen en redes sociales fotografías de confinados del País  con material clasificado como contrabando en la prisión, incluidas imágenes de lo que aparenta ser droga.

En esta ocasión, se trata de dos reos que se encuentran sumariados en el edificio 8 de la institución 705 de Bayamón.

En esta área pernoctan aquellos que están a la espera de que que culmine el proceso judicial en su contra.

Los reclusos  utilizaron la  la red social Facebook para colgar  fotos y vídeos  en los que se ve claramente una bolsa plástica con una gran cantidad de yerba, similar al picadillo de marihuana.

También se observa a uno de ellos mostrando  celulares, un equipo electrónico que está prohibido en las instituciones correccionales y son clasificados como contrabando. 

Entrada la tarde de ayer Primera Hora solicitó una reacción al secretario del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR), Einar Ramos López, quien aseguró que tan pronto advino en conocimiento de la situación  ordenó una investigación a  la Unidad Investigativa y a la Unidad de Inteligencia de la agencia.

Una búsqueda con resultados

“También ordené un registro en toda la institución. Y si es cierto, no dudaremos en ejercer la ley sobre los responsables”, expresó Ramos López.

Horas más tarde, ya en la noche, la agencia notificó a través de su portavoz de prensa, César Fiallo, que la pesquisa fue efectiva.

“Se identificaron a los confinados de las fotos y durante el registro se le ocupó un celular a uno de ellos”, manifestó Fiallo.

Los presos fueron identificados como Jonathan Delgado Benítez y Juan C. Ortiz Vázquez.

Fiallo agregó que tan pronto como  hoy los reos serán trasladados al tribunal de Bayamón, donde se les someterán nuevos cargos criminales por violación al Artículo 277 de la Ley 15, el cual tipifica como delito grave entrar o poseer objetos ilegales dentro de una institución penal.

“También se evaluará la radicación de querellas administrativa para tomar otras medidas disciplinarias que incluyen un cambio de custodia y quitarles privilegios, entre otras acciones”, agregó el oficial de prensa en referencia a lo que dispone el Manual Disciplinario de Confinados.

Una historia que parece nunca acabar

Cabe destacar que el escenario en el que un reo comparte sus extravagancias o  acciones delictivas a través de redes sociales es  un comportamiento  que ha salido a la luz pública en múltiples ocasiones.

Por ejemplo, a principio de año, Primera Hora denunció las extravagancias que disfrutaron en prisión algunos confinados del campamento El Zarzal en Río Grande,  quienes  ambientaron  su lugar de reclusión de tal forma que las celdas parecían habitaciones de un apartamento. 

Así lo demostraron  fotos en las que  se percibían presos que, tras los barrotes, tenían literalmente a sus pies decorativas alfombras, televisores y juegos de consola, celulares, cartones de cigarrillos... y hasta alardeaban de tener acceso exclusivo a lo que aparentaban ser gallitos de marihuana y ron caña.

El campamento El Zarzal ha sido eje de investigación en varias ocasiones.

Entre los escándalos más recordados se destaca el party que formaron presos de esta institución y que quedó evidenciado a través de fotos en las que posaron con cervezas en mano y hasta con una muñeca inflable. 

Por este caso, se acusó a cinco confinados a los que se les radicaron cargos criminales.

De otra parte, las Navidades pasadas dos individuos fueron acusados de intentar introducir a ese mismo penal un contrabando con dos libras de marihuana, dinero en efectivo, mariscos y hasta pasteles.