Ronnie Pérez Albino identificó a Xavier "Xavi" Jiménez Benceví como la persona que disparó y asesinó a Delia Sánchez Sánchez, quien era informante de las autoridades federales.

Pérez Albino no sólo estuvo presente el día de los hechos, sino que fue quien llevó a la mujer de 32 años al colmado Hernández, en la extensión Forest Hills en Bayamón, para que se encontrara con el ahora acusado, según su relato.

Jiménez Benceví está acusado de asesinar a Sánchez Sánchez, y de salir convicto, podría enfrentar una condena de pena de muerte y el resto de sus días en prisión.

Pérez Andino es el primer testigo de la fiscalía en el juicio que se ventila en la sala del juez José A. Fusté, del tribunal de los Estados Unidos para el distrito de Puerto Rico.

El testigo llegó este miércoles custodiado por alguaciles porque está preso en el Centro de Detención Metropolitano, conocido como la cárcel federal, en Guaynabo.

A preguntas del fiscal federal José Capó, confesó que estaba en prisión "por el caso de la muerte de Delia" porque, según declaró, "la llevé hasta el colmado". Dijo que se declaró culpable por el caso de interferir con testigos porque "soy culpable" y que decidió llegar a un acuerdo de cooperación con la fiscalía y ser testigo en el caso para "no vivir con este remordimiento, porque vi la muerte y no dije nada".

El testigo explicó que conocía a Jiménez Benceví desde 2009, y entendía que era el dueño del punto en el caserío Fallín Torrench, donde a veces iba a comprar drogas y veía allí a Juan "Juan Bobo" Núñez Gerena, y a los hermanos del acusado, uno de ellos llamado Alexis, quien era pareja de Sánchez Sánchez.

Relató que un día, Jiménez Benceví fue a su casa y le mostró una grabación en su celular en el que se escuchaba a Sánchez Sánchez decir "que ella lo iba a chotear y entregar a los federales". Su madre, Gloria Albino Figueroa, también la escuchó. El acusado le dijo que tenía que hablar con ella para que no lo hiciera y le pidió que la consiguiera.

Al día siguiente, el 21 de junio de 2010, Pérez Albino se puso de acuerdo con Sánchez Sánchez para llevarla al colmado para sacar dinero. La buscó a eso de la 1:40 p.m. y anteriormente le había informado a Jiménez Benceví que la iba a buscar esa tarde.

Dijo que él iba guiando su Ford Crown Victoria y su madre iba en el lado del pasajero y Sánchez Sánchez en el asiento de atrás. Al llegar al estacionamiento del colmado Hernández, llegó Jiménez Benceví en el asiento del pasajero de su auto Honda Accord blanco, se bajó y trató de montarla en su vehículo

Agregó que “Juan Bobo” iba guiando y también se bajó para intentar meterla en el carro.

"Cuando no pudo entrarla al carro, la dejó caer al piso y le disparó. Sé que fue él porque lo vi y porque hablé con él. Xavier me llamó a los pocos minutos y me dijo que me quedara calla'o o me iba a pasar lo mismo", expresó Pérez Albino.

El juez le preguntó cuál era su intención al ir a buscar a Sánchez Sánchez, y el testigo indicó que era para que el ahora acusado "hablara con ella". Le cuestionó si sabía que la mataría o cometería un acto violento contra ella, y respondió que "no".

El testigo, al igual que el jurado, observó la grabación del vídeo de seguridad que captó el momento de los hechos e identificó a Jiménez Benceví como el que haló el gatillo del arma alterada para que fuera automática con un "chip". Identificó además a “Juan Bobo”, a su madre y a la propia víctima.

Las preguntas de la abogada Laura Maldonado fueron dirigidas a minar la credibilidad del testigo, dado a que el día de los hechos, se comunicó en varias ocasiones con dos amigos suyos, José "Lechón" Jiménez Echevarría y Harold "Hary" Ayala Vázquez, quienes al momento también están presos en el MDC por otros casos.

La abogada trató de plantear que Pérez Albino llegó a un acuerdo con la fiscalía federal para salvarse del caso de pena de muerte, pero Fusté no le permitió esa línea de preguntas por entender que no era así, dado a que la acusación en su contra es por intervenir con testigos y nunca fue certificado como un caso de la pena capital.

Maldonado detalló varias incidencias que ha cometido el joven en la cárcel, como romper una ventana y rociadores de la institución, además de tener drogas y teléfonos celulares, pero no ha sido acusado por eso.

Más temprano en el día, declaró el policía estatal e investigador inicial del caso, Manuel Cabrera, quien detalló lo que vieron en el vídeo de la cámara de seguridad, en el que se observa presuntamente cuando Sánchez Sánchez se bajó de un Ford Crown Victoria blanco con otra mujer, y se le apareó un Honda Accord blanco del cual se bajaron dos individuos que la agarraron por la fuerza y trataron de meterla al vehículo.

Al ella resistirse, se escuchan sus gritos, y al no lograr su objetivo, uno de los hombres le disparó con un arma automática y ambos autos huyeron rápidamente del lugar, dejando el cuerpo de la joven tirado en la carretera, relató Cabrera.

El vídeo fue visto, por lo menos, dos veces por el panel del jurado, compuesto por siete mujeres y cinco hombres, más una mujer y un hombre suplentes.

También testificó el patólogo forense Javier Serrano, quien hizo la autopsia de Sánchez Sánchez, y detalló que la mujer de 32 años recibió siete heridas de bala mayormente en el lado derecho de la espalda.

La primera testigo del día fue Lynnette Troche, quien era la cajera del colmado al momento del incidente, quien dijo que escuchó la ráfaga de disparos y llamó al sistema de emergencias 9-1-1 para reportar lo ocurrido.

El juicio continuará este jueves.