La corrupción y el malgasto de dinero público ha llegado a un nivel que asusta, pero, sobre todo, queda uno patidifuso cuando nota la normalidad con la que hemos tomado estos niveles y la irresponsabilidad en la gestión pública explicable con el tumbe que alguien está dando. 

Empecemos por el cable submarino de José Ortiz como director de la AEE. El hombre quien supervisó la desaparición de los $7 billones de ARRA que ni “ji” hicieron a la economía, permite con su incompetencia que se malgasten millones de billetes en combustible innecesario en las islas de Vieques y Culebra. 

El grado de “incompetencia” suena más a “complicidad”. En enero dijeron que el cable submarino que conecta a la AEE desde Naguabo hasta Vieques y luego hasta Culebra, tardaría dos años en arreglarse. 

Después dijeron que meses. Primero alegaron que el cable había quedado destruido por el huracán. Poco después dijeron que había ocurrido vandalismo o sabotaje. Plantearon que hubo un “seguetazo” que dañó el cable.

Ahora sabemos que todo era un embuste y que al verificar el cable está perfectamente bien. Mientras tanto, se han gastado 30 mil billetes diarios en diésel y ni contar el billete de los generadores por todo un año. Estamos hablando de decenas de millones botados. 

Igualmente pasó en la AAA bajo José Ortiz en el cuatrienio de Luis Fortuño. 

Ortiz fue tan politiquero que empujó un aumento del agua, pero para el cuatrienio de Alejandro y no para el de Fortuño. O sea, él cogió los chavos y que el próximo empiece a pagar la deuda. Lo mismo que hicieron en Metropistas, donde cogieron los chavos en el 2010, pero el aumento de los peajes lo empujaron para el 2014. 

Ortiz también fue el presidente de la Junta de la AEE bajo Fortuño. Allí cuadraron politiqueramente coger un préstamo para bajar la factura de la AEE antes de las elecciones del 2012, cosa de que Fortuño le ganara a Alejandro. Perdieron, pero eso no afectó el que Ortiz negara responsabilidad porque nos aumentara la factura para repagar su irresponsabilidad. 

Ortiz ha mentido tanto que ya el gallo está esgalilla’o y no puede cantar más. Lo último que hizo el caballero fue decir que iba a bajar la luz por “las eficiencias” que habían logrado.

Mire si es embustero que tuvo luego que clarificar que no es un divino por su “capacidad”, sino por el mercado internacional del combustible donde José Ortiz no toca un pito, aunque él jure ser flautista. 

De hecho, eso también pudo haber sido un embuste y pronto saldrá a relucir información de que todo se trata de una sobre facturación de la AEE y que ahora nos devuelven los chavos que nos cobraron por encima de lo que se suponía. 

Esa persona, quien ya nos demostró sus quilates y su disposición politiquera está a cargo de la corporación pública más importante de Puerto Rico. Está al frente del proceso de reestructuración de la deuda y quiere dirigir la AEE a gas natural por 30 años metiéndose hasta home ahí con los proyectos que empujan Luis Fortuño y otros que están haciendo dinero con las dos manos, gracias a nuestra desgracia. 

Uno esperaría que alguien con un historial de carácter mentiroso como José Ortiz estuviera fuera del Gobierno. Por el contrario, lo ascienden y le dan carta blanca donde hasta al truquero José Pérez Canabal quería meter de nuevo a la AEE sabiendo de su historial de conflictos éticos en el pasado consiguiendo contratos millonarios para su bolsillo mientras, a la vez, era vicepresidente en la AEE.

Ortiz es el peor tipo de funcionario porque sabe hacer lo correcto, pero se presta para esta burundanga y a veces uno piensa que la crea. 

Lo peor de todo es que ya se dieron cuenta de la indiferencia del pueblo y sabiendo que la gente está desconectándose cada vez más de las noticias, provoca que los que antes eran malos… ahora sean peor.