El alcalde de Lares, Roberto Pagán Centeno, augura poder reabrir parte del cementerio municipal para mayo próximo, lo que permitiría que los ciudadanos puedan rendir respeto a sus difuntos para el Día de las Madres.

Esta promesa, sin embargo, aún no ha sido presentada formalmente ante el Departamento de Salud, quien fue la agencia que ordenó el cierre del cementerio tras los deslizamientos registrados durante el devastador paso del huracán María por la Isla. Mucho menos cuenta con el aval de la agencia, quien ha catalogado a la instalación en emergencia de salubridad.

Según informó el alcalde durante una vista pública ante la Comisión cameral de Desarrollo Integrado de la Región Norte Central, la propuesta es construir una verja de madera de unos 10 pies en el cementerio para separar la zona que está en peligro de deslizamiento y la zona que no fue afectada. Indicó que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) aceptó la propuesta y les asignará fondos.

“Se aprobó que se construya esa verja, que sea en madera para que sea temporera, a una altura de 10 pies para que no tengan acceso a la parte afectada, de manera que nuestra gente pueda entrar a la parte que no se afectó Esto lo estamos empujando para que se construya antes del tiempo de mayo para que el Día de las Madres la gente pueda entrar a la parte no afectada”, expuso el alcalde ante los representantes Abid Quiñones y Brenda López de Arrarás, así como el senador del distrito de Ponce, Nelson Cruz.

En un aparte con la prensa, el alcalde alegó que no necesita conseguir un permiso de la Oficina de Gerencia de Permiso (OGPe). Hasta opinó que conseguirían fácilmente el permiso de Salud para seguir hacia adelante con su propuesta.

“Yo te dije que en la reunión de la semana pasada se aprobó eso por FEMA. Ahora le presentamos el diseño al Departamento de Salud y si ellos nos aceptan eso, pues los construimos y entonces ellos proceden con el permiso para que entre la gente”, planteó.

Pero el panorama no se ve así de fácil como expresó Pagán Centeno.

La secretaria auxiliar de Salud Ambiental del Departamento de Salud, Mayra Toro, insistió que para toda construcción que el municipio quiera hacer en el cementerio, aún sea de carácter temporero, tiene que cumplir con los 12 requisitos que le han señalado consistentemente mediante cartas y comunicados firmados por el secretario de Salud, Rafael Rodríguez Mercado. El primer requisito es conseguir permiso de OGPe.

Salud también requiere que se tomen medidas de seguridad para evitar la entrada de ciudadanos, proteger las tumbas expuestas, así como realizar nuevas evaluaciones geológicas, entre otras cosas. No obstante, durante la vista pública, el municipio aceptó que no le ha presentado prueba a Salud de que hayan completado estos procesos.

Pagán Centeno alegó que solo le falta cumplir con un requisito, que es el permiso de OGPe para instalar nuevos nichos para colocar los cadáveres de las tumbas afectadas. Dijo que una vez lo tengan, le entregarán a Salud todos los documentos.

No obstante, Toro sentenció durante la vista pública que “mientras los féretros continúen expuestos, mientras las fosas continúen rotas, dañadas, donde hay acumulación de agua que pudiera surgir criaderos de mosquito, sigue habiendo un peligro de seguridad pública” y no se permitirá ningún tipo de actividad en el cementerio, incluyendo la entrada de ciudadanos.

El asesor legal de Salud, Rafael Carrera, expuso a Primera Hora que el municipio no ha puesto ni siquiera unos toldos para evitar que el agua siga acumulándose en las tumbas y no tiene guardias de seguridad que eviten que las personas brinquen las verjas y entren al cementerio.

Por otro lado, Toro informó que no hay constancia de que los cuerpos hayan o no llegado hasta la quebrada Dos Muertos, que queda colindante al cementerio y fue por donde ocurrió el deslizamiento. Dijo que ha crecido la vegetación en el área y no se puede ver a simple vista el impacto.

Sin embargo, aclaró que cualquier contaminación que pueda ocasionar a la quebrada sería eliminada con el procesamiento que realiza la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) en las plantas de filtros del embalse Guajataca, a donde las aguas llegan.