Cada herido de bala, apuñalado o accidentado que llega a la Sala de Emergencias de la Administración de Servicios Médicos (ASEM) en Centro Médico, en Río Piedras, le cuesta al Gobierno decenas de miles de dólares, monto que pocas veces es retribuido a la agencia pues la mayoría de estos pacientes –aunque tengan seguros gubernamentales (ACAA o ASES) o privados- no ven cubiertos sus gastos ya que las aseguradoras tienen políticas de no pagar cuando hay uso de alcohol o drogas involucradas en la causa del trauma o lesión.

Mensualmente, en la Sala de Emergencia de ASEM se reciben entre 2,400 a 2,800 pacientes, de los cuales el 30% son por casos de medicina (infartos, pulmonías, problemas gástricos, entre otros) y el 70% son situaciones de trauma en sus categorías de leve, moderado y severos (fracturas, puñaladas, tiros, hemorragias cerebrales, entre otros).

Así lo explicó el director médico de Sala de Emergencia, Carlos “Charlie” Gómez Marcial, al abundar sobre el gran riesgo económico que este tipo de escenario supone para ASEM donde, según datos provistos por la agencia, se enfrenta a una deuda acumulada que sobrepasa los $100 millones con un ajuste contractual de 63%. Esto significa que por cada dólar invertido en cuidado médico solamente se reciben 37 centavos de vuelta. Esto sin contar que el 9% de los pacientes que acuden a emergencias, no cuentan con un plan médico.

Datos recopilados por la unidad de trauma de la Sala de Emergencias indican que en el 2017 ingresaron a esta área 1,336 pacientes con lesiones severas o politraumáticas. De éstas, 340 fueron por accidentes de autos, 208 por heridas de balas, 171 peatones accidentados y 58 lesionados por armas blancas.

Entonces, la pregunta obligada es ¿cuál es el costo de gastos médicos, por ejemplo, en los pacientes baleados, apuñalados y accidentados que son ingresados por días, semanas o meses al hospital?

El promedio de gastos, según data oficial, es de $62,783 para los heridos de balas; $25,420 para los heridos en accidentes de carros; $20,787 por los lesionados con puñaladas; y $17,101 para los peatones accidentados. 

Estos costos pudieran aumentar mucho más si surgen complicaciones y el paciente permanece una larga jornada hospitalizado. Por ejemplo, el exdirector ejecutivo de ASEM, Irving Jiménez, mencionó el cuatrienio pasado en una sesión legislativa en la que se evaluaba el presupuesto de la entidad gubernamental, haber tenido casos como el de un paciente que llevaba cuatro meses hospitalizado y por el cual ACAA ni su seguro privado cubrían los gastos del tratamiento médico los cuales superaban los $390,000.

“El gasto en este tipo de pacientes que recibimos como traumas severos es de muchos millones… cientos de millones. Desafortunadamente, casi todas estas víctimas no tienen plan médico o el que tienen no cubren este tipo de lesiones. Así que es un gasto que se chupa el Gobierno solito y, precisamente, en este momento en donde nos regulan por todos lados debido a la crisis fiscal”, dijo el emergenciólogo Gómez Marcial.

De hecho, este año el presupuesto de ASEM está en proceso de análisis y discusión por los requisitos que impone la Junta de Supervisión Fiscal (JSF). En cambio, se prevé una baja sustancial al presupuesto asignado el pasado año fiscal, el cual rondaba los $233 millones para todo el componente de ASEM.

“Antes recibíamos más cantidad de dinero, pero nos cortaron el presupuesto y nos la van a poner bien difícil… vamos a recibir $17 millones menos y esos son muchos millones”, detalló Gómez Marcial.

“Algo que nos está ayudando es que antes de (huracán) María se veían 130 pacientes al día, ahora han bajado a 90 o 100. Hemos visto el efecto migratorio en la sala de emergencia. Pero por otro lado, tenemos la situación que mencioné con el gasto excesivo de los pacientes heridos de bala, accidentes y armas blancas que terminan recluidos por días en trauma… aquí se muere más gente que en Irak en tiempo de guerra, y eso es terrible”, agregó preocupado.

Curiosamente, este tétrico escenario que se vive día a día en la Sala de Emergencias y Hospital de Traumas de ASEM -una institución fundada en 1962 y cuyos excelentes servicios médicos a pacientes politraumatizados son únicos en Puerto Rico y la región del Caribe- hacen del hospital una gran fuente para el desarrollo de la investigación y educación médica.

“Aquí vienen médicos de las fuerzas armadas y aéreas a entrenarse. Recientemente, hicimos un contrato con el ejército, el Army, porque estas personas si no es en tiempo de guerra no verán muchos casos como los que vemos nosotros en las bases. Entonces, pierden ese expertise en trauma y en operaciones serias… aquí, sin duda, reciben un entrenamiento de altura y con especialistas que se van de tú a tú con cualquier otro de Estados Unidos o Europa”, dijo Gómez Marcial sobre el hospital que ofrece servicios 24 horas los 365 días del año.

De otra parte, explicó que el perfil, por ejemplo, de los pacientes baleados corresponde en el 80% a varones, de mediana edad, muchas veces vinculados a las drogas y criminalidad. En el caso de los accidentes, se reciben pacientes de ambos géneros, y en la mayoría de las ocasiones el factor “drogas, alcohol y alta velocidad” influyó en la tragedia.

¿Qué se puede hacer para disminuir esta incidencia?”, se le preguntó al médico con más de 30 años en servicio y dirección en diversas salas de emergencia en el país.

“No creo que se pueda hacer mucho porque estos son males de las grandes ciudades. Usualmente, son casos que ocurren en el área metropolitana y son el reflejo de situaciones que pasan en lugares como Nueva York, Florida, Los Ángeles. Aquí el 90% de estos casos está relacionado a drogas. La pregunta debe ser: ¿se está yendo a la raíz? Creo que esta es cuestión de mucha educación. A nivel de hospital es poco lo que se puede hacer. Esto empieza en la casa de uno y es enseñando valores”, respondió.