Los incidentes de violencia que han jamaqueado a Condado en los recientes días no han pasado inadvertidos entre residentes y empleados de este sector de San Juan, quienes en su mayoría perciben que la presencia policial en el área ha dejado mucho que desear.

“Yo no he sido víctima, pero muchas personas bien conocidas se han quejado de que le han sucedido muchísimas cosas. Hace unos dos meses a un amigo mío le rompieron el cristal del carro y le robaron todo lo que tenía dentro en la esquina entre la calle Luchetti y la calle Caribe. Y, obviamente, hemos visto en las noticias lo que ha sucedido desde el fin de semana con situaciones de robos domiciliarios, y hasta un secuestro”, dijo Rafael Calderón, quien desde hace 15 años reside en un condominio frente a la avenida Ashford y al momento labora en un comercio ubicado en la misma vía.

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Calderón reconoció que la inseguridad que siente lo ha forzado a ajustar hasta cierto punto sus actividades cotidianas.

“Anoche llegué (del trabajo) y mi compañero quería ir a Walgreens a comprar algo y le dije ‘no, prefiero ir por la mañana’. Ya nos estamos autorestringiendo a unas cosas por temor”, lamentó, agregando que típicamente la criminalidad en la zona ha sido “intermitente”, pero que ahora es “bien persistente”.

Por su parte, Ashley Figueroa, quien trabaja en el restaurante italiano Di Zucchero, relató que la semana pasada una amiga suya residente en el Condado fue víctima de un asalto cuando caminaba hacia su residencia.

“La asaltaron dos muchachos que intentaron quitarle las llaves y le decían que eran ellos quienes estaban asaltando aquí en el área de la avenida Ashford. Mi amiga me dijo que (los asaltantes) andaban en un carro nuevo”, señaló Figueroa.

Junto a la joven se encontraba Jesús Reyes, empleado del Hard Rock Cafe, localizado en la Ashford, y quien aprovechó para denunciar que a su esposa también intentaron asaltarla cuando se montaba en su vehículo con la hija de ella.

“Fue en la calle Loíza. Por suerte ella siempre tiene la puerta de la nena cerrada y pudo montarse en el carro y arrancar”, contó Reyes, quien agregó que ante el alza en la criminalidad, en estos días es notable la presencia de guardias armados privados contratados por los distintos comercios del área.

En tanto, Gilberto Colón, quien afirmó haber trabajado en la zona de Condado por 25 años como policía estatal, destacó que los niveles de actividad criminal que se han suscitado últimamente hubieran sido impensables hace unos años.

“Antes en cada bloque de esta avenida (Ashford) veías dos policías, pero ya no. Ahora lo que ves son asaltos y hasta asesinatos a cada rato. Desde antes de (el huracán María) ya estaba pasando, pero después (la criminalidad) se incrementó grandemente y hasta el momento no he visto iniciativas (para combatirla)”, sentenció.

Tranquilos los turistas

No obstante, hasta el momento, la delincuencia no parece haber tenido el efecto de ahuyentar a la amplia población turística que se hospeda y recorre la zona del Condado.

“En ningún momento nos hemos sentido inseguros ni nada. Todo ha sido normal”, dijo la española Cristina Ramilo, al tiempo que disfrutaba un almuerzo junto a su esposo Pablo Vázquez.

“De noche nos hemos movido a la zona de Miramar, y hemos estado en La Placita (de Santurce), en el Viejo San Juan y todo ha estado muy bien”, subrayó Vázquez sobre la estadía de una semana en la Isla.

Un visitante proveniente del estado de Georgia, quien llegó a la Isla con su esposa y dos hijos adolescentes, reconoció que la actividad delictiva es un elemento que toma en consideración a la hora de decidir a dónde viajar.