Activistas en defensa de los derechos sexuales y reproductivos reclamaron este sábado despenalizar el aborto y facilitar el acceso al aborto como parte de la conmemoración del Día Internacional por la Despenalización y Legalización del Aborto.

Pero, principalmente, repudiaron que grupos religiosos se ubiquen frente a las clínicas de aborto a intentar disuadir a todas aquellas mujeres que tratan de entrar a buscar algún servicio.

Como demostración de su repudio a estos hechos, las mujeres crearán esta mañana una valla humana “para proteger simbólicamente a las personas” que vayan a buscar estos servicios en el Centro de Planificación Familiar, en Bayamón.

“Aunque en Puerto Rico el aborto es legal desde la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos en el caso de Roe versus Wade, aún son comunes las barreras que lo hacen inaccesible. La poca cantidad de clínicas, la metropolización de las pocas que aún operan, el estigma generalizado a la práctica, los costos no cubiertos por planes médicos y las visiones fundamentalistas continúan siendo estorbos considerables para que muchas personas ejerzan su derecho a decidir sobre sus cuerpos”, se explicó en un comunicado de prensa.

La administradora de la Clínica Iella en San Juan, Mayra Díaz Torres, añadió que los grupos religiosos y conservadores intervienen con las mujeres para desalentarlas a entrar a las clínicas, lo que se ha convertido un reto para los que ofrecen el servicio.

“Las mujeres y personas gestantes acuden a las clínicas ejerciendo su derecho a decidir. Algunas deciden terminar y otras deciden continuar con sus embarazos. Las personas que se interponen entre ellas y las facilidades clínicas están interfiriendo en una decisión muy importante para esas mujeres. Algunas pacientes abandonan los predios antes de entrar a la clínica a causa de los ataques de estas personas. Nadie merece ser victimizado de esta manera. No lo vamos a permitir”, sentenció Díaz Torres.

De igual forma, Ruth Arroyo recordó que la práctica de interferir con las mujeres que acuden a las clínicas de aborto no es nueva.

“Igual que hace 28 años, cuando tuvimos que hacerles frente a estos grupos que hostigan a las mujeres que buscan servicios en las clínicas de aborto, estas personas no escuchan los reclamos de las mujeres por tener acceso al aborto seguro y accesible. Lo que persiguen es impedir que las mujeres ejerzan sus derechos a controlar su cuerpo, su reproducción y sus vidas. De ese modo, también son obstáculo a nuestra aspiración por tener vidas libres de violencia y por tener vidas dignas”, acotó.

Agregó que, “realmente, estos grupos nos tratan como si las mujeres no tuviésemos la agencia moral para tomar decisiones tan importantes para nuestras vidas. Por un lado, violan los derechos de las mujeres y personas gestantes que quieren terminar con un embarazo de manera segura y legal, y por otro lado, no escuchamos a estos grupos denunciando las múltiples formas de violencia a las que nos enfrentamos las mujeres, ni expresándose sobre la precariedad en las condiciones de vida que enfrentan las mujeres cada día”.

Mientras, la licenciada Johanna Pinette, de la Unión de Libertades Civiles (ACLU), relató que varias mujeres han reportado que las interacciones con estos grupos religiosos las han hecho sentir incómodas, atemorizadas y amedrentadas.

“Personas que administran clínicas de aborto se han visto obligadas a manejar interacciones incómodas e intimidantes. También indican sentir preocupación por su seguridad y la de sus pacientes, por lo que estarán velando para garantizar la seguridad de todos¨, dijo Pinette.