Agua, estufas, alimentos enlatados y baterías son algunos de los artículos que los clientes están comprando un día como hoy, cuando el Centro Nacional de Huracanes (NHC en inglés) anunció en su boletín de las 11:00 a.m. que el huracán Beryl se fortaleció.

Sus vientos máximos sostenidos son de 80 millas y se encuentra en la latitud 10.7 y longitud 46.5, a 1,045 millas al este de las Antillas Mayores.

En algunos negocios, las ventas se han duplicado.

Primera Hora visitó algunos comercios en la avenida Roosevelt, y en Caridad Outlet, en Plaza Caparra Shopping Center, las estufas de gas eran las más solicitadas, confirmó el gerente de la tienda Luis Arrufat.

“Las estufas es lo más que se ha movido y los abanicos. Tengo unos de baterías que se están vendiendo bastante bien… El abanico (aunque sea con electricidad) se va a mover (vender) como quiera, porque con planta (eléctrica) la gente no puede poner el aire”, sostuvo al agregar que se tienen suficiente inventario para atender la demanda del cliente.

“También se venden las baterías y ya se me está acabando el gas butano (que se usan en estufas de una hornilla). Esto estaba lleno”, indicó mientras mostraba la tablilla donde están ubicados.

Dijo que ya mismo iba a buscar más en el almacén.

Aceptó que la mañana estuvo bastante movida, más para una semana como esta, donde el feriado del 4 de julio da pie para que la gente esté toda la semana en la playa.

Un negocio que duplicó sus clientes fue el supermercado Amigo, contiguo a Caridad Outlet.

Allí los ciudadanos compraban agua y alimentos enlatados.

El gerente del local, Guillermo Ruiz, informó que “estamos teniendo ahora mismo un movimiento en lo que es la venta de agua; ya los clientes se están preparando. De hecho, aunque tenemos suficiente, ya la compañía activó el plan de agua, y estamos esperando entrega esta tarde”.

Hoy mismo harán lo propio para recibir otra mercancía adicional.

“También hay mucho abasto de latas (de parte de los clientes)”, agregó.

Es esta tienda laboran 115 empleado; hoy había unos 70.

Mientras,  los gerentes trabajaban en ajustar el turno de los empleados para mañana poder atender al mayor número de los clientes que esperan.

“Comparando, estoy duplicando ventas de lo que vendo a esta hora”, confesó Ruiz al agregar que tienen gas propano suficiente así como alimentos enlatados.

Sostuvo que los clientes no están comprando con histeria pero “sí se están preparando”.

Una que aprovecho su hora de almuerzo para surtirse de agua fue Ian Martínez, de Carolina.

Llevaba el carrito cargado de agua y con dos botellas de gas propano.

Señalando el agua dijo que “ahí va la de mi mamá, que es incapacitada; la de mi hermana; para mi sobrino agua destilada, que es un bebé”.

Aceptó que “siempre, para esta época hago estas compras, pero se me adelantó el tiempo y como la gente está en crisis, pues antes de dejar a mi mama sin agua… después no se encuentran nada de estas cosas”.

Martínez agregó que “como con el huracán María lo pasé tan mal, pues no me puedo arriesgar”.

Otra clienta, María Martínez, de Bayamón, salía del supermercado junto a sus nietas, pero hacía su compra “de rutina, pero siempre llevo mis cosas enlatadas”.

Aceptó que se pone un poco ansiosa cuando escucha sobre un mal tiempo, pero que lo controla preparándose.

“Siempre me llevo mis cajas de agua…”, sostuvo.

En nuestro recorrido también vimos estaciones de gasolina que funcionaban con normalidad.

Algunos clientes llenaban sus tanques por necesidad, no porque nos podría afectar un fenómeno atmosférico.

Según Juan Gerardo Colón, presidente de la Asociación de Detallistas de Gasolina, las estaciones están corriendo con normalidad.  

“En los garajes míos todo está normal, y ahorita me di una vuelta y vi dos o tres estaciones de gasolina y están normales”, dijo.

“No es momento (de salir corriendo a llenar el tanque); sí hay gasolina. En este país hay gasolina donde quiera… Esperemos que esa tormenta no venga por aquí y nos obstruya los accesos (como pasó luego del huracán María), a los camiones de gasolina”, indicó al agregar que si eso no ocurre no habrá escasez de gasolina.

“Lo que pasa es que la gente, nos ponemos nervioso como todos y pensamos que va a pasar lo mismo. No, nada que ver. A la gente que se tranquilice, que lo cojan normal porque al otro día yo voy a estar abriendo mis garajes”, sostuvo el comerciante que alertó que la mayoría de los dueños de estaciones tienen plantas eléctricas, por lo que los negocios iniciarán operaciones inmediatamente.

Aceptó que sí hay una situación que es creada por la misma ciudadanía.

“El problema es que si la ciudadanía se descontrola en eso, nos  llegan a las estaciones, nos vacían los tanques… entonces tenemos que volver a pedir gasolina y entonces sí vas a ver estaciones de gasolina sin gasolina en ese momento, por la cantidad de autos que están entrando”, advirtió.

Ante la avalancha de clientes, muchos comerciantes tendrían que pedir más gasolina, por lo que hay que esperar para suplirse y entonces, por ese tapón, una gasolinera “podrían estar par de horas, tres horas, lo más un día, sin gasolina”.

Colón dijo que “entonces es que la gente se desespera. ‘Ah, párate, se quedó aquel sin gasolina, ya no hay gasolina’, y no, es que nosotros mismos (los clientes) nos desesperamos y entonces en las estaciones nos quedamos sin gasolina”, agregó.