Tras el paso del huracán María, han surgido múltiples interrogantes sobre la potabilidad del agua y el manejo adecuado de este recurso.

Es por esto, que el Colegio de Químicos de Puerto Rico (CQPR) continúa su labor informativa y orienta a la ciudadanía sobre las medidas de seguridad que se deben tomar para evitar la incidencia en enfermedades relacionadas al agua contaminada.

Una vez restablecidos los sistemas de acueducto, se recomienda permitir el flujo del agua a través del grifo hasta que el agua se vea transparente. Es decir, que no contenga ningún tipo de residuo, color u olor extraño.

“La turbidez del agua pudiera ocurrir debido a que durante la interrupción del servicio de acueducto las tuberías estuvieron vacías por mucho tiempo. En estas instancias, se pudo haber acumulado sedimentación o se pudo haber desarrollado alguna bacteria. Por tal razón, aunque acueducto garantiza la potabilidad del agua en la salida de sus plantas, es recomendable permitir el flujo del agua hasta verla completamente clara”, expresó el licenciado Juan Santiago, vicepresidente del CQPR por medio de comunicación escrita.

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Por otra parte, al momento de almacenar agua para un futuro consumo es recomendable mantenerla en un envase cerrado.

Ahora bien, luego de almacenar el preciado recurso durante más de tres días, es necesario añadirle dos gotas por litro u ocho gotas por galón y dejarlas asentar por más de media hora. 

“El agua potable es indispensable para promover la salud de un pueblo y es nuestra responsabilidad informar a la ciudadanía sobre el manejo adecuado de este recurso”, expuso el doctor Neftalí García, miembro del CQPR.

Otras medidas complementarias para asegurar la potabilidad del agua son filtrarla, evitar su exposición al sol en envases plásticos y calentarla hasta su punto de ebullición previo a su consumo.

Para más información, puede dirigirse a este enlace. Si usted es colegiado puede comunicarse al correo electrónico a cqprantehuracanmaria@gmail.com.