Un vecino de la zona este denunció lo que a su juicio es un patrón de tala de árboles. Esta vez ocurrió en el municipio de Naguabo, según lo documentó en una publicación en la red social de Facebook.

Anteriormente, indicó que la “masacre de seres arbóreos” había ocurrido en los municipios de Ceiba y Fajardo. 

El querellante, Carlos Montalvo-Mont, quien se identifica como “Doctor Árbol”, detalló que el alcalde de Naguabo, Noé Marcano, “envió al director de la Oficina de Manejo de Emergencias, Jerry Kirklan Hernández, para asesinar 14 árboles de Caoba Antillana o Dominicana (Swietenia mahagoni) en la carretera numero 3 frente a la antigua bolera con el fin de construir una acera de cemento”.

Indicó, además, que esta acción contó con el aval de la secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, Tania Vázquez Rivera y el director regional de la agencia en el municipio de Humacao.

Primera Hora procuró desde ayer una reacción del alcalde de Naguabo a través de su oficial de prensa, pero no ha respondido.

“El crimen cometido por el alcalde Noé Marcano se justifica para la construcción de una acera de cemento. Lo mismo alegó la pasada semana el alcalde del municipio de Ceiba, Ángelo Medina con relación a la segunda masacre de árboles de Caoba Antillana y Americana en el Parque de la Comunidad de la Urbanización Las Vegas. Y lo mismo justificó el alcalde del municipio de Fajardo, Aníbal Meléndez Rivera, que fue el asesino de la primera masacre de 10 árboles de Caoba frente a la marina náutica Villa Marina y fue para construir aceras de cemento que nadie utiliza”, denunció Montalvo-Mont.

Manifestó que las acciones responden a que “se ha estado traqueteando con los troncos de las maderas de Caoba”.

“Nadie me informa quién se la llevó. Negocio redondo. Los empleados de (OME) son los que cortan los árboles”.

El arbolista y activista en defensa de los seres arbóreos enfatizó fijarse en la distancia que hay entre el corredor de arbustos cortados y el encintado, en los que a su juicio cuenta “con suficiente área para anclar sus raíces y un techo de follaje verde y saludable que arrojan sombra y oxígeno para la humanidad”.

“Fajardo, Ceiba y Naguabo quedan juntos estos municipios. La situación es que los directores regionales del DRNA son posibles candidatos a puestos políticos y para tener el apoyo de los alcaldes, les aprueban los permisos, sin mediar una Evaluación del Impacto Ambiental y Social y sin consultar a las comunidades afectadas”, manifestó.

El experto especificó que si un árbol grande y adulto tiene problemas de raíces agresivas se le pueden instalar barreras efectivas de control.

“Los seres arbóreos están vivos como tú y yo, no son un canto de palo. Los árboles estaban primero que los humanos hace 600 millones de años”, finalizó el querellante.