Los deslizamientos fueron el lunes el dolor de cabeza para el alcalde Rafael Surillo, quien asegura haber denunciado ante agencias como el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) que una situación de emergencia se suscitaría en temporada de lluvias como consecuencia de la “devastación” que se había realizado a fuerza de maquinarias en esa zona de la montaña.

“Esta situación nosotros la denunciamos desde que se comenzaron a abrir caminos. Es cierto que reclamamos que se reestableciera el sistema eléctrico, pero cuando vimos la devastación que se estaba haciendo en el lugar alertamos el riesgo que venía para las residencias que hay en estas parcelas … nosotros sabíamos la cantidad de agua que baja de esa montaña y así se lo indicamos a Recursos Naturales”, dijo Surillo a Primera Hora, mientras personal de Manejo de Emergencias del municipio revisaban la zona y delineaban un plan de acción. De inmediato, lo que procedía era mover con equipo pesado el lodo que caía en la carretera.

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Agregó que unos inspectores del DRNA le dijeron que iban a exigirle a COBRA Energy una medida de mitigación.

“Pero a la verdad es que no veo que se hiciera. Si les exigieron la medida no las implantaron. Y lo peor es que ya ellos terminaron y se van… ahora le queda este problema al municipio”, expresó el ejecutivo municipal al descartar que se haya suscitado alguna otra situación de emergencia a causa de la onda tropical que afectó a la isla.

(tonito.zayas@gfrmedia.com)
(tonito.zayas@gfrmedia.com)

Entre los residentes afectados por el deslizamiento se encuentra Tomás Crespo, quien vive en el barrio hace más de 40 años. Ayer, por segunda ocasión en todo ese tiempo, los temores de inseguridad lo invadieron.

“Jamás había visto algo así. Nunca… y el miedo mío es que vaya a bajar algo de allá arriba y vaya a romper mi casa”, dijo en referencia a los deslizamientos de lodo que pasan por los canales que bordean a las parcelas hasta llegar a las áreas de vivienda.

“No son relajos… mira cómo ya rompió esa carretera de brea”, dijo preocupado al destacar que fue hace un mes, en junio, que el terreno cedió por primera vez.

“Dios quiera que el Municipio de verdad haga algo”, añadió.