Una vaguada en los niveles altos que se refleja en la superficie es la responsable del deterioro de las condiciones del tiempo en este fin de semana, explicó el meteorólogo Emanuel Rodríguez, del Servicio Nacional de Meteorología (SNM) en San Juan. 

El sistema ocasionará que entre ayer y hoy se acumulen en el área este hasta cuatro pulgadas de lluvia, se registren fuertes ráfagas de vientos que pudieran alcanzar fuerza de una tormenta tropical, rayos, trombas marinas e inundaciones. 

Hoy, el mayor efecto de esta vaguada se hace sentir desde tempranas horas en la mañana en el este de Puerto Rico. Esto se debe a que la humedad disponible, combinada con el fenómeno de que el sistema parece haberse duplicado al reflejarse en la superficie, tiende a cambiar el patrón normal de la misma, explicó el meteorólogo. 

Rodríguez comentó que la vaguada genera tronadas de dispersas a numerosas. Estas cargan la lluvia más fuerte y las tormentas eléctricas que se han hecho sentir desde temprano en el noreste de la isla. También generan las ráfagas de vientos que pudieran sobrepasar las 40 millas por hora. 

Debido a esta situación, una advertencia de inundaciones está en efecto hasta las 1:30 p.m. para Trujillo Alto, Río Grande, Fajardo, San Juan, Naguabo, Loíza, Carolina, Luquillo, Canóvanas y Ceiba.

También está activa una advertencia de inundaciones para Vieques y Culebra hasta las 11:00 a.m.

Mientras, el SNM alertó que “las personas cerca del Río Espíritu Santo, Río Blanco, Río Mameyes y Río Fajardo deben mantenerse alejadas de los alrededores de estos ríos debido a que escorrentías excesivas causen aumentos súbitos”.

Ya en la tarde, por la humedad disponible y los efectos locales, estas tronadas pudieran registrarse en la mitad oeste. Sin embargo, el experto detalló que no serían tan fuertes como las que se registran esta mañana en el este. 

Asimismo, Rodríguez informó que no se espera que para hoy ocurran vientos tan fuertes como los pronosticados ayer, que fueron de hasta 60 millas por hora. 

“Es probable algunas tronadas traigan vientos fuertes, pero no de tal magnitud”, comentó. 

En cuanto a la lluvia, el meteorólogo dijo que para la zona de Fajardo, Río Grande y Ceiba se han acumulado desde ayer hasta tres pulgadas. Se espera que una pulgada de lluvia adicional de precipitación se registre en lo que resta del día. 

Para mañana, dijo Rodríguez, se espera que las condiciones del tiempo comiencen a mejorar, pues se espera la entrada de aire seco que limitará la probabilidad de lluvias. Un patrón normal de aguaceros prevalecerá. Esto representa que en la mañana se registrarían aguaceros dispersos para la mitad este de Puerto Rico. Ya en la tarde se esperan aguaceros y tronadas aisladas en el oeste e interior. 

Por otro lado, esta vaguada también está generando una marejada del noreste de entre cuatro a cinco pies. Mientras, el oleaje que se registra fluctúa entre seis a ocho pies y los vientos podrían superar los 20 nudos, informó el meteorólogo. 

Un aviso marítimo especial fue emitido para el sureste de la isla, específicamente para el área que comprende entre Yabucoa y el sur de Vieques por lluvias fuertes, rayos intensos, posibles trombas marinas y vientos mayores de 40 millas por hora. Estará vigente hasta las 11:15 a.m.

“Embarcaciones (pueden resultar) volcadas o dañadas, oleaje peligroso e impactos de rayos”, dice el informe. 

Otro comunicado sobre las condiciones marítimas también fue emitido hasta el 4:00 p.m. para aguas costeras y de más de 10 millas de la costa del Atlántico, el Pasaje de la Anegada y el mar Caribe, ya que se prevén ráfagas de vientos de hasta 30 nudos, tronadas fuertes y aguaceros fuertes sobre el agua, precisó Rodríguez. 

También está en efecto una advertencia para operadores de embarcaciones pequeñas hasta mañana en la tarde para casi todas las aguas, excepto el oeste. Esta se emitió debido al fuerte oleaje que se registra. 

Por último, el SNM recomendó a los bañistas que no entren a nadar en las playas del norte ni de Culebra, ya que se registra un alto riesgo de corrientes submarinas. Estas arrastran a las personas hacia mar afuera, lo que aumenta el peligro de ahogamiento.