Decenas de galleros, dueño de galleras, propietarios de agrocentros así como constructores de jaulas, entre otros, se dieron cita esta mañana frente a las escalinatas del lado norte del Capitolio para demostrar su descontento con la aprobación en el Congreso de legislación que extiende la prohibición de las peleas de gallos a Puerto Rico y los demás territorios estadounidenses.

La medida espera por la firma del presidente de los Estados Unidos Donald Trump y sería para finales del año 2019 inicios del 2020 que entraría en vigor.

La convocatoria de hoy para manifestarse frente al Capitolio fue a través de las redes y movilizó a personas de todas la Isla, incluyendo a familias enteras.

El llamado que hicieron los organizadores es a prepararse para una manifestación nacional que harán próximamente y la que están preparando.

Mientras, el martes habrá una reunión a la 1:00 de la tarde en el Departamento de Recreación y Deportes (DRD)  para discutir todo lo relacionado a la medida y su impacto en el país. Para ese encuentro están invitados todos los que están relacionados a la industria gallística, incluyendo a los dueños de las galleras y de los agrocentros.

Oscar Acarón Montalvo fue uno de los que desde temprano estaba en los alrededores de la Casa de la Leyes tras la convocatoria que calificó de “un vente tú que han hecho improvisadamente… para apoyar la noble causa del deporte del gallo en Puerto Rico”.

“Estamos con la rodilla puesta en el piso y el minuto de cuenta, pero como el gallo fino, nosotros pretendemos tirar la del gane. Mientras el reloj no suene nosotros vamos a tratar de ganar”, dijo el abogado de Bayamón.

Acarón Montalvo recordó el impacto que tuvo sobre los trabajadores la desaparición de la empresas 936 y las extrapoló a la industria gallística.

“La pérdida de 7,500 empleos (por las 936) fue impactante; te podrás imaginar la pérdida de 27,500 (empleos si se eliminan las peleas de gallos)”, sentenció.

Las alternativas para hacerse sentir son muchas, según los manifestantes, y van desde acudir a los tribunales hasta la desobediencia civil, en última instancia.

“Ese sería el último recurso. De lo que estamos hablando en general es que sabemos que la pelea la podemos llevar al tribunal federal y que como puertorriqueños, si nosotros en ley tenemos los gallos de pelea como nuestro patrimonio cultural, se supone que la Constitución establece que todo país o territorio tiene derecho a preservar su cultura. Creo que entre ese y otros derechos constitucionales tenemos todavía la oportunidad de preservar el deporte”, dijo Juan Figueroa, representante de Unidos por los Gallos.

Indicó que toda esta situación no sólo se afectan los galleros. Por eso les hizo un llamado a los presidentes de Cámara y Senado, Johnny Méndez y Thomas Rivera Schatz, respectivamente, así como a los legisladores, a “que nos envíen un contable certificado, un economista de renombre, para que pueda evaluar el efecto en cadena que va a tener la pérdida de la industria gallística. No existe una compañía en Puerto Rico, no existe un empleador más grande después del gobierno que nosotros la industria gallística”.

Recordó que ellos van “a restaurantes, tenemos nuestra familia, hacemos compra en el supermercado, vamos a la gasolinera, vamos a la ferretería. Muchos de nosotros tenemos que criar a nuestros hijos, pagarle el colegio con el dinero que nosotros hacemos dignificando, preservando el arte de poder mantener la raza de gallo, como es el gallo puertorriqueño”.

Figueroa, al igual que los que estaban en la manifestación, aseguró que están dispuestos a llegar hasta donde sea necesario, como lo hacen los gallos de pelea en sus combates a muerte.

“Nosotros, como le exigimos a estos animales también lo vamos a hacer. Ellos pelean por su instinto y reciben la muerte con honor y nosotros, hasta el último segundo que podamos luchar esta batalla la vamos a luchar con el gobierno y con toda la gente”, insistió al indicar que esa industria “tiene muchos mecanismos para poder levantar los fondos” necesarios para cualquier demanda que se presente en los tribunales.

Incluso, abogados como el licenciado Manuel Ortiz Lugo, de Manatí, que estaban en la manifestación dijeron que están dispuestos a trabajar gratis con el caso.

Ernesto Soto, de Bayamón, fue otro de los que asistió con su familia al encuentro. Le acompañaba su esposa y sus dos hijos menores. En su caso, él hace jaulas para gallos y su trabajo es conocido en toda la isla y fuera de Puerto Rico.

‘He criado a toda mi familia de los gallos, porque toda mi vida he estado con los gallos. Siete días laborando”, sostuvo.

También en el caso de Eduardo Colón, dueño de casas agrícolas, su familia “depende de esto. Igual que yo hay muchos hermanos puertorriqueños que estamos  a fin con los gallos. Yo llamo a la unidad, a la tolerancia para el que no piense igual a nosotros, y que mantegamos un norte… que es la preservación del deporte de los gallos”, dijo Colón.  

La creatividad no se hizo esperar.


En cuanto a la reunión del martes, Juan Ramón Rivera Rivera, conocido en la industria gallística como “Abuelo pepito”, mencionó que el llamado es a todos los que se afectan de alguna manera con la medida: “jueces de vallas,  dueños de galleras, ferreterías, agrocentros, artes gráficas, imprentas, etc., para organizarnos para poder hacernos entender”.

También mencionó la “marcha nacional que se está elaborando con mucho cuidado”.