El director del Instituto de Ciencias Forenses (ICF), Edwin Crespo, aseguró que se “normalizó” la situación de la acumulación de cadáveres luego de la emergencia que provocó el azote del huracán María. 

“Antes sí (hubo ese problema) pero ya ahora tenemos los espacios. En un momento sobrepaso pero ya eso se normalizó. Estamos haciendo la estrategia de colocarlos (en refrigeradores) luego de terminar el proceso correspondiente”, mencionó.

Esta semana este diario informó de los riesgos a la salud pública si este problema no se atajaba a tiempo, ya que la falta de luz, de comunicación, de acceso para que los funerarios pudieran recogerlos y la escasez de gasolina, entre otros contratiempos, provocó que muchos cuerpos quedarán en los hospitales o en las residencias sin ser refrigerados, como lo establece el protocolo.

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Precisamente el paso del fenómeno atmosférico dejó, según el Gobierno 16 muertes; número que no coincidide con los ofrecidos por algunos alcaldes, que aseguran que son muchos más.

El jefe del ICF dijo que continúan trabajando junto al Departamento de Salud federal para lidiar con la situación de “los casos que llegan (regularmente) pero también lo de los hospitales)”.

Ayer, Ramón Rosario, secretario de Asuntos Públicos y Política Pública, confirmó los esfuerzos para establecer unidades móviles de recogido de cuerpos. Estas son utilizadas por el  Departamento de Defensa federal para eventos catastróficos y lugares donde hay conflictos bélicos. 

“Estas unidades móviles pueden recopilar cadáveres. Tenemos muchos hospitales con varios cadáveres, ya sus áreas para destinar cadáveres llenas y eso, pues obviamente, es lo que queremos aliviar”.

En efecto, continúa el esfuerzo de coordinar la ubicación de unidades refrigeradas a través de la Isla y establecer un centro desde donde se manejará todo la situación.

Crespo dijo que ya tienen algunos refrigeradores para ubicar los cuerpos, aunque necesitan y esperan que lleguen más.

Al momento, hay seis del ICF y del Departamento de Salud, y cuatro de Mobile Integrated Remains Collection System (MIRCS) que son de la Reserva del Ejercito de los Estados Unidos.

El presidente de la Asociación de Funerarios, Eduardo Cardona, trabaja mano a mano con el ICF para lidiar con la situación.

“Estoy con ellos desde el lunes ante la preocupación de los funerarios de los cuerpos que habían en los hospitales y algunos en residencias, pero, gracias a Dios ya eso ha ido mermando. Ya los de las funerarias han podido ir recogiendo esos cuerpos y eso se ha minimizado grandemente”, sostuvo.

Confirmó que el jueves estuvieron en el área metropolitan junto al ICF y la Reserva verificando los hospitales “a ver si tenían algún problema con el manejo de los cuerpos”.

“Identificamos tres de ellos, e hicimos el recogido y ya están en neveras en el ICF”.

Este diario supo que ese día se recogieron siete cuerpos.  

Cardona, dueño de la Funeraria Cardona en Santurce, al reiterar que en su momento sí hubo una crisis en el recogido, dijo que “ahora, yo con varios de los compañeros (funerarios) estaremos ayudando a recoger los cuerpos que estén en la Isla”.

Sin embargo, aceptó que la situación se complica debido a los problemas con las redes de comunicación por lo que no se ha informado de la situación de muchos funerarios.

“No hay comunicación. Pero hay un grupo que está dispuesto a cooperar en el recogido de cuerpos”, sostuvo.

¿Podemos decir que la mayoría de los cuerpos están refrigerados? 

“Por lo menos el área metropolitana la tenemos cubierta. Hoy (ayer) me pude comunicar con un hospital de Sabana Grande y me dijeron que ya están resueltos porque tenían un solo cuerpo y es reciente”, respondió al asegurar que seguirán con la logística de ir personalmente a los hospitales.

A esta situación se suma que muchos funerarios perdieron sus negocios.

Mientras, Crespo dijo que como parte de los esfuerzos que realizan con el Departamento de Salud federal “está activo el Disaster Mortuary Operational Response Team (DMORT), que es el grupo especializado en el proceso de identificación y manejo de cadáveres”.

También está la Reserva con el Mortuary Affair que es una unidad que está aquí en Puerto Rico”.

El director del ICF aseguró que la ciudadanía no debe preocuparse porque se desate un problema de salud pública porque “hemos hemos hecho un buen equipo de trabajo en ese sentido y nos han estado ayudando grandemente en ese aspecto y estamos haciendo las coordinaciones”.

Adelantó que hoy podría estar llegando a la Isla otro grupo de patólogos forenses.

Ayer, Crespo sostuvo múltiples reuniones con funcionarios federales para que se atiendan los requerimientos de más refrigeradores, entre otras necesidades. 

De igual forma dijo que están analizando cómo trabajar con casos como el del pueblo de Lares, donde muchos muertos fueron sacados de sus tumbas por las fuertes corrientes e inundaciones provocadas por María.

Crespo mencionó que investigarán si esa situación se repitió en otros pueblos. 

Por su parte, Antonio De Pedro, quien dijo que en el Municipio de Guayama no hubo ninguna muerte relacionada al huracán María, mencionó que “el problema principal que estamos enfrentando los funerarios de toda la Isla es lo relacionado a sacar los permisos, tanto de enterramiento como de cremación, porque en este momento tenemos que estar viniendo al área metropolitana, tanto al registro central como al ICF, cuando eso es un documento que se nos da en el municipio donde vivimos, pero como las oficinas están cerradas no se puede hacer”.

Aunque Cardona reconoció el problema  adelantó que ya hay oficinas operando en Bayamón, Carolina, Mayaguez y Ponce. En Arecibo es donde mayor complicación hay.

De otro lado, el propietario de la funeraria De Pedro dijo que en el ICF, en términos del procedimiento, el proceso es normal, pero son muchos los cuerpos que están llegando allí.

Dijo que supo que, por ejemplo, el sábado pasado se recibieron 120 cadáveres.

“Aquí esta gente está trabajando como mejor puede. Los forenses se esmeran pero cada patólogo puede atender un caso a la vez”, sostuvo al informar que la situación de la agencia se complica ya que si un paciente muere en su hogar y no aparece el médico que lo atiende para certificar la defunción, el cuerpo llega al ICF y esto lo sobrecarga. 

A los funerarios que necesiten comunicarse con el ICF para reportar cualquier situación, pertenezcan o no a la asociación, lo pueden hacer a través del 787-765-0615 a las extensiones 3204 ó 3205.

Una víctima de María

Ayer llegó hasta el ICF Marta Santos Rivera a identificar a su esposo Maximino Feliciano Rivera, de 69 años, quien fue arrastrado por una corriente el miércoles cuando pasó el huracán María.

La vecina de la urbanización Reparto Martel de Arecibo narró compungida que ella viajó el domingo a Ponce a cuidar a la suegra de su hermana y dejó a su esposo junto a sus dos perros en su residencia, ubicada en una zona inundable.

“ El último día que hablé con él fue el martes por la tarde, que se terminó la comunicación, y él me dijo, ‘sí,yo me voy a ir’, porque él tenía dos perros…pero no se fue, se quedó”, recordó.

“Cuando él iba a abrir a irse con el jeep, creo que vino el cuerpo de agua y se lo llevó. Eso fue miércoles… Ella (la vecina) le decía, ‘sube, sube’, pero como ella vive sola él no quiso subir, a lo mejor por respeto. Parece que cuando él fue a abrir al jeep, que salió con los perros en la mano el golpe de agua se lo llevó”, dijo llorando al agregar que lo encontraron el viernes. “Los perros se fueron con él”, agregó Santos Rivera.

Lo que sabe fue lo que le contaron los vecinos.

Lo recordó como “un buen marido. Fue un hombre bueno. A él lo quería todo el mundo”.

Ella pensaba que su marido estaba con un amigo como él le había dicho.

Santos Rivera regresará a Estados Unidos donde trabajó toda su vida junto a su esposo. Mientras, se quedará en Ponce.

En el ICF no pudo adelantar mucho ya que debe llevar unas placas para el posterior reconocimiento del cuerpo.

Libni Sanjurjo colaboró en la historia.