Cuando Christopher González Caro era apenas un niño, disfrutaba de ayudar en la cocina a su mamá, sin pensar que algún día tendría su propio negocio.

Hoy, con apenas 22 años, es el propietario de Chris Sin Límites, un carrito de comida que ubica en la PR-115 en Rincón.

Pero el negocio de Chris es más que un “food truck”. Se trata del primer establecimiento operado por un joven con síndrome Down en Puerto Rico y, además, un lugar de inspiración para otras personas con diversas condiciones que ven en él la prueba viva de que querer es poder.

“Siempre, desde pequeño, ayudaba a mi mamá a cocinar. Cundo era ‘teenager’ ya hacía de todo: lasaña, arroz mamposteao, arroz con gandules, habichuelas… de todo. Me gustaba tanto que estudié artes culinarias en la Universidad Interamericana de Aguadilla”, contó un sonriente Chris.

Es más, hasta laboró a tiempo parcial en la cocina del hotel Rincón of the Seas y en el restaurante Rincón Boricua.

“Me siento feliz por tener mi propio negocio y me encanta estar aquí… Siempre digo que nada es fácil, pero se puede y mis papás siempre me dicen que nunca debo decir ‘no puedo’”, apuntó.

Con la ayuda de sus padres -Eugenio González e Isabel Caro- y su hermano mayor, Roy, Chris ha superado todos los escollos que ha tenido que enfrentar en la vida debido a su condición. Pero para ellos no hay nada de extraño en las hazañas de Chris. Todo lo que se propone, lo logra.

“Después que terminó de estudiar artes culinarias, me dijo: ‘Papi, yo quiero algo que sea mío. Ese es mi sueño’. Y decidimos darle la vuelta, porque siempre supimos que él podía hacer muchas cosas, solo teníamos que apoyarlo y darle la oportunidad”, contó su papá.

Chris Sin Límites se especializa en canastas fritas de trigo o maíz, rellenas de pollo o carne de cerdo, cubierto por lechuga, tomates, queso rallado y cebollines, con un aderezo especial de la casa.

“Eso [el aderezo] es un secreto del chef”, reaccionó con pícara sonrisa el joven empresario.

Conoce el foodtruck del chef Christofer González, un joven con Síndrome Down que tiene su negocio en Rincón.

Los que por allí pasan, podrán verlo de viernes a domingo, desde las 11:30 a.m., inmerso en la cocina: cortando carne, cocinando, preparando la ensalada u organizando los cubiertos. Eso sí, siempre habrá música, sea salsa, merengue, bachata o hasta reguetón y, de vez en cuando, hace una parada en sus faenas para tirar uno que otro pasito de baile.

Y es que Chris, además de chef, es un excelente bailarín de salsa, de bomba y de plena, al punto de participar en eventos internacionales junto a la agrupación Bellos Atardeceres. Como si fuera poco, es el primer joven con síndrome Down en adquirir su licencia de conducir.

“También doy charlas para motivar a estudiantes que no quieren estudiar. Ellos ven que, si yo pude, ellos también pueden”, acotó.

De igual forma, muchos padres que tienen hijos con distintas condiciones han llegado hasta su negocio porque quieren conocer a Chris, que les ha servido de inspiración.

Sus padres, dos maestros retirados, lo acompañan en el negocio, así como su hermano, quien se encarga de manejar las redes sociales y promocionar el establecimiento. Toda una empresa familiar para que Chris eche pa’lante.

“Se nos ha hecho un poco cuesta arriba, porque hay muchas personas que no les dan una oportunidad a los jóvenes con síndrome Down. Hay muchas personas que tienen miedo porque hay muchos mitos, por ejemplo, que los jóvenes con síndrome Down no aprenden o son agresivos, pero eso no es cierto. Hay que seguir intentándolo porque siempre va a haber una persona que le va a dar la oportunidad. Es como cambiarle la mentalidad a las personas para que cambien las actitudes hacia las personas que tienen alguna condición”, contó Isabel Caro.

“Ayudarle en el negocio es un trabajo enorme, pero cuando vemos lo feliz que él está y cómo se lo disfruta, se nos va el cansancio y reafirmamos que el sacrificio que estamos haciendo, vale la pena”, reafirmó Eugenio.

Fiel al nombre de su establecimiento, Chris no se limita a la hora de soñar.

“Mi próximo sueño es abrir un restaurante para poder emplear a jóvenes que tengan alguna condición. Pero mi mamá me dice: ‘primero gatea’”, compartió sonriente.

Las personas interesadas en comunicarse con Chris Sin Límites pueden llamar al 787 413 8938.

Angelitos de Amor

Además de todos los proyectos que la familia González Caro realiza para beneficio de su hijo, también forman parte de la iniciativa Salón Angelitos de Amor, una organización sin fines de lucro que atiende a jóvenes con distintas condiciones y allí ofrecen clases de música, baile, costura, repostería y mucho más.

La organización tiene una actividad mañana, 20 de octubre, denominada Bohemia Ángeles Bajo Las Estrellas, para recaudar fondos para dicho esfuerzo.

“Vamos a tener música en vivo a cargo del Grupo Caobaná. Además, el chef Ángel Soto hará una paella de carne, en vivo, y habrá barra abierta”, contó Eugenio González, encargado del proyecto.

El evento se llevará a cabo en la urbanización Colinas del Lago, en la carretera PR-115 kilómetro 25.0, en el barrio Asomante de Aguada.

Para más información sobre la actividad, o cómo puede ayudar al Salón Angelitos de Amor, llame al 787-413-8938.