Carla Ortiz de 30 años de edad, siguió los consejos de estudiar una carrera universitaria y estuvo en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.  Allí, en el principal centro docente del País logró terminar un bachillerato en Relaciones Laborales con la esperanza de ejercer su profesión tan pronto saliera al mercado laboral. 

Sin embargo, su realidad está lejos de aquello para lo que tanto se esforzó, ya que nunca ha logrado trabajar en su campo laboral lo que asegura puede responder a dos factores importantes.

“Nunca he conseguido trabajo de lo que estudié. Generalmente las convocatorias que leo todas piden experiencia y nadie me da esa experiencia.  Además, casi siempre piden que uno sea bilingüe y yo sé algo de inglés, pero no puedo declararme completamente bilingüe”, explicó Ortiz.

Por esto, desde hace cuatro años, Carla labora en una famosa cadena de comida rápida, donde ha logrado conseguir una oportunidad laboral  y una estabilidad económica que sustenta sus necesidades y la de sus hijas.

“Ahora mismo soy asistente de gerente y me pagan a $9.50 la hora. Llevo casi cuatro años, pero no me imaginé trabajando en ese lugar.  Después de que te venden el sueño de que tienes que estudiar una carrera universitaria, que tienes que hacer un bachillerato, uno no se imagina trabajando ahí.  Pero, no lo veo mal, es un trabajo digno y con eso mantengo a mis hijas”, comentó  la entrevistada.

Sin embargo, su perspectiva del mercado laboral cambió drásticamente tras esta experiencia vivida y, aunque no se arrepiente de haber estudiado, pues eso le ha valido de herramienta para desempeñarse en su rol, entiende que debió buscar un plan b, por si el plan a no salía como esperaba.

“No me arrepiento porque aprendí mucho en cuestión de leyes. Tuve la oportunidad de asistir a arbitraje y hacer mi práctica en una unión de empleados. Ahora si no sé algo, pregunto y me asesoro, ya que hay muchos patronos y supervisores abusadores”.

“Sí debí combinarlo con una carrera técnica tan pronto salí del bachillerato y ví que las cosas no era como las pintaban”, admitió la joven, quien no pierde las esperanzas de encontrar un espacio dentro de su rama de estudios.

Mientras que, a Roberto Figueroa (nombre ficticio), le ha tocado también dejar colgado en la pared el diploma y varios años de estudios en Administración en Reparación de Computadoras de la Universidad Interamericana en Fajardo.

Para Figueroa, las razones por las que no logra conseguir empleo es que porque entiende que “no hay trabajo y los que hay son demasiado lejos para mí. Tampoco pagan bien como para poder sostenerme”, dijo el hombre, de 33 años.

La imposibilidad de encontrar empleo lo ha llevado a reinventarse y optar por dedicarse a la jardinería y también a la pesca, trabajos que combina desde hace cuatro años para llevar el sustento a su hogar, pero que están muy lejos de su profesión real.

Obviamente, el no conseguir empleo, luego de “quemarse las pestañas” le ha creado un sinsabor, pero eso no lo detiene, ya que ha sabido reinventarse y buscar en la tierra y el mar su sustento de vida.

“Como no conseguí trabajo en lo que estudié,  un amigo me ayudó dándome  ese trabajito en jardinería y el mismo muchacho me enseñó.  El trabajo de pescador lo hago porque desde chiquito mi papá era pescador y eso lo heredé de él. Me siento decepcionado, pero a la misma vez me abrieron las puertas en otras áreas laborales que no conocía”, dijo Figueroa, quien sigue buscando empleo relacionado con sus estudios, pero asegura que “no hay ofertas”. 

Como Carla y Roberto, hay miles de personas en Puerto Rico que tienen un grado universitario, pero trabajan en otras profesiones que no tienen nada que ver con su expertise o, peor aún, que se encuentran desempleados y sin oportunidad de generar ingresos, aún habiendo estudiado una carrera.

De acuerdo con la Encuesta del Grupo Trabajador correspondiente al mes de marzo 2019, en Puerto Rico había aproximadamente 31,000 personas desempleadas con algún grado universitario. Esto representa aproximadamente el 31.6% de total de desempleados que en marzo ascendía a 98,000 personas. 

En el mes de abril, ese porcentaje aumentó, pues un 35.7% de las personas desempleadas, de un total de 84,000, contaban con al menos algún grado asociado y bachillerato.  En esa cifra del mes de abril,  el Negociado de Estadística no le incluye las personas con algún grado de maestría y doctorado, ya que no cuentan con ese dato específico, lo que aumentaría ese porcentaje aún más.

Por su parte, la Secretaria Auxiliar de Planificación del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH), Elda Parés, quien tiene bajo su oficina al Negociado de Estadísticas, entiende que estos números son estables si se comparan con el 2017 y 2018.

“Cuando vemos esta del 2018, aproximadamente un 37% de los encuestados desempleados tenían algún grado universitario.  Eso incluye personas con grado asociado, bachillerato y maestría.

En el 2017 era un 38.7% de personas desempleadas con algún grado.   Cuando comparamos 2017 y 2018 que hubiese pensado que iba a ser más bajo porque tuvimos el huracán, pensaría que todo aquel que se estaba yendo tenía algún tipo de grado universitario, pero me quedé prácticamente entre 38.7% y 37% así es que estamos viendo que el que participa del mercado laboral aunque está desempleado, pues prácticamente ha  mantenido la misma tendencia, la misma proporción. Mirando el 2017, 2018 y los meses que van del 2019 nos quedamos igual. En términos de nuestras estadísticas es un dato que se ha mantenido estable a través de los años”.

Según Parés, estas estadísticas se toman a base de unas encuestas que realiza el DTRH en los hogares, por lo que es una muestra del perfil de los desempleados en el País. Asimismo,  puede que no incluya a otras personas que hayan estudiado grados universitarios y que no estén ejerciendo sus profesiones, pero que sí estén insertados en el mundo laboral en otros campos o que se encuentren desempleados, pero no estén activos buscando empleo.

“Vamos a las viviendas, hacemos una encuesta del grupo trabajador  y ahí es donde se clasifica como empleado y desempleado, y desglosamos ese perfil de cada uno.  Esta encuesta tuvo su última revisión en el 2016 que fue un trabajo en conjunto con el Instituto de Estadísticas y nosotros en el Departamento del Trabajo. Con esto buscamos analizar el perfil o características de las personas que están empleadas. Igualmente,  de las personas desempleadas. Por eso tenemos tablas de estado marital, grupo ocupacional y tenemos esta que es por grado académico”.

“De acuerdo a la metodología federal, el desempleado tiene que estar activamente buscando empleo, cuando yo voy a la vivienda, tiene que estar desempleado en ese momento y tiene  que haber participado del mercado laboral buscando empleo. Si se graduó y no está buscando empleo, no lo voy a contar como desempleado. Esta persona estaría fuera del grupo trabajador”, detalló la secretaria auxiliar.

Para la secretaria auxiliar, estas cifras de personas desempleadas con estudios universitarios, puede deberse a varios factores, entre ellos la selección de profesiones tradicionales que no tiene suficiente demanda en el País.

“Considero que es una combinación de factores. Aunque pienso que siempre las personas quieren las ocupaciones tradicionales. Uno de los elementos que tiene que tener la persona es reinventarse y ser creativos. Una de las cosas que estamos viendo es que cuando sale un ingeniero a veces combina con otra tipo de ocupación para hacerse más rentable porque estamos en un mercado laboral dinámico y para insertarnos y no solamente insertarnos, sino mantenernos. Tenemos que orientarnos acerca de  cuáles son las ocupaciones en Puerto Rico que más emplean, las que más pagan si es el interés de la persona. Pero creo que el elemento de reinventarse y de tener creatividad, lo tenemos que tener todos cuando entramos en el mercado laboral para poder subsistir en él”, indicó Parés.

Orientarse antes de escoger una carrera

El Departamento del Trabajo cuenta con la Propuesta de Workforce Information Grant del Departamento del Trabajo Federal por medio de la cual llegan a distintos foros a orientar a las personas acerca del mercado laboral.

“Lo que tenemos es que diseminar información del mercado laboral. Vamos a escuelas, universidades, comunidades, instituciones  sin fines de lucro y le presentamos toda la  información del mercado laboral tanto de Puerto Rico  comparativa con Estados Unidos. Ahí le hablamos de ocupaciones de mayor demanda y le decimos hasta las destrezas que necesita la persona”, sostuvo la secretaria auxiliar.

A su vez, Parés recomendó explorar en el portal www.mercadolaboral.pr.gov. Para que los futuros universitarios o quienes ya se encuentran estudiando una carrera puedan validar si la misma se adapta a sus características y habilidades a través de unas pruebas. Además de mostrarles los salarios y números de empleos en esas carreras.

“En la página de mercado laboral tenemos una sección de búsqueda de empleo, explorar carreras, donde el estudiante de acuerdo a sus características, a su forma de ser y a las habilidades que son su fuerte, puede identificar qué profesiones van a ser a fines ellos.  Incluso se recomiendan universidades donde se especializan en eso que quieres estudiar en Puerto Rico y fuera.  Son quizzes que tiene el departamento del trabajo federal y más  o menos te ayudan a identificar qué profesiones son a fines y también hay información de salario, número de empleos, proyección de ocupación”.